miércoles, 14 de noviembre de 2012

Paco Urondo - La pura verdad


La pura verdad

Si ustedes lo permiten,
prefiero seguir viviendo. 

Después de todo y de pensarlo bien, no tengo
motivos para quejarme o protestar: 

siempre he vivido en la gloria: nada
importante me ha faltado. 

Es cierto que nunca quise imposibles; enamorado
de las cosas de este mundo con inconsciencia y dolor
y miedo y apremio. 

Muy de cerca he conocido la imperdonable alegría; tuve
sueños espantosos y buenos amores, ligeros y culpables. 

Me averguenza verme cubierto de pretensiones; una gallina torpe,
melancólica, débil, poco interesante, 

un abanico de plumas que el viento desprecia,
caminito que el tiempo ha borrado. 

Los impulsos mordieron mi juventud y ahora, sin
darme cuenta, voy iniciando
una madurez equilibrada, capaz de enloquecer a
cualquiera o aburrir de golpe. 

Mis errores han sido olvidados definitivamente; mi
memoria ha muerto y se queja
con otros dioses varados en el sueño y los malos sentimientos. 

El perecedero, el sucio, el futuro, supo acobardarme,
pero lo he derrotado
para siempre; sé que futuro y memoria se vengarán algun día.
Pasaré desapercibido, con falsa humildad, como la
Cenicienta, aunque algunos 

me recuerden con cariño o descubran mi zapatito
y también vayan muriendo. 

No descarto la posibilidad
de la fama y del dinero; las bajas pasiones y la inclemencia. 

La crueldad no me asusta y siempre viví deslumbrado
por el puro alcohol, el libro bien escrito, la carne perfecta. 

Suelo confiar en mis fuerzas y en mi salud
y en mi destino y en la buena suerte: 

sé que llegaré a ver la revolución, el salto temido
y acariciado, golpeando a la puerta de nuestra desidia. 

Estoy seguro de llegar a vivir en el corazón de una palabra;
compartir este calor, esta fatalidad que quieta no
sirve y se corrompe. 

Puedo hablar y escuchar la luz
y el color de la piel amada y enemiga y cercana. 

Tocar el sueño y la impureza,
nacer con cada temblor gastado en la huida 

Tropiezos heridos de muerte;
esperanza y dolor y cansancio y ganas. 

Estar hablando, sostener
esta victoria, este puño; saludar, despedirme 

Sin jactancias puedo decir
que la vida es lo mejor que conozco.

Paco Urondo - Del Otro Lado


Francisco Urondo, (Santa Fe10 de enero de 1930 - Mendoza17 de junio de 1976escritorperiodistaguerrilleromilitante político nacido en Argentina.

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