domingo, 29 de noviembre de 2020

Nuestro Macondo, Sábado 28 de Noviembre de 2020

 

Buenos días mis queridos Diversos. Toca seguir añorando mañanas de sábado y aromas compartidos. 

Hoy nos une una voz que nos habla de sentimientos del sur y de fútbol, de nuestro querido Carlos Lesta.

Siempre compartiendo entre besos y versos.

Ángeles,




Un sábado más en el que será este medio el que nos junte en una esquina del ciberespacio, seguramente también iluminada por la mirada de Gabo.

Sé que se alarga este estado de letargo consciente, de subibaja de cierres y aperturas, de peleas inútiles entre libertarios carentes de empatía, gentes que se ven obligadas a utilizar medios de transporte colmados, de represiones de escarmiento y de no represiones de espanto.

Y entre todo eso, a quienes el futbol nos mueve el alma, se nos murió el Diego.

Y quiero hacer una reflexión acerca de la proyección de la figura de Diego Maradona.

Una pléyade de medios expusieron descarnadamente las debilidades de Diego, su relacion con la cocaina, con la bebida, con el desenfreno, con sus amistades mafiosas. Ocultaron su lealtad a sus orígenes, su mordacidad para expresar una posición política que casi siempre significó estar lejos del poder.

Fue un gran futbolista, quizás el más grande hasta ahora. Y fue un hombre del Sur, conciente de esa “australidad tercermundista” y quizás también por eso, se haya erigido en mito.


De “Agencia Paco Urondo”:

Siempre atento a los sentires de su tiempo y su pueblo, Mario Iaquinandi dedicó a Maradona un poema donde laten el fútbol, la cultura popular y la historia argentina. Fue incluido en la antología “Cantos del habitante”, publicado en 1992, tras la muerte de su autor, bajo el sello LetravivA.

Aquí lo compartimos:

Maradona

Tu cáliz de sudor

está chorreando sobre el tapete verde.

Y hay un alma de cuero y un corazón rugido

que hacen temblar la tarde apretujada.

Gritad y vivid: Este es mi ingenio.

Yo soy, porque Dios quiso,

dos piernas supersónicas y un miedo que se vuelve

                                                               /gambeta

cada vez que el hachazo siniestro de otra pierna

busca tronchar mi sueño.

Vengo… de donde vengo.

Mi infancia es una historia donde no cabe el dólar.

Soy… el producto vivo de un sistema gastado

que ya casi no sirve para alumbrar feriados

sobre semanas grises.

Dale Dieeegooo!… Dale Dieeegooo!...

Y yo le doy. Seguro. Le doy hasta que puedo.

La amaso. La converso. Me la llevo dormida.

(Broncaba tanto el hambre!...

Las tripas en “orsai”, la tarjeta amarilla del

                                                 /invierno...)

Ahora, todo el año es domingo.

Para mí, la revancha es un arquero ciego

custodiando tres palos donde meto mi bronca.

No necesito gritos. Ni público. Ni bombo.

Dadme un par de botines y una número cinco…

que tengo que vengarme de ayer. Y de mañana.

Poema incluido en la antología Cantos del habitante (foto), editorial LetravivA, 1992.

Y para cierre, de Andrés Corral Mouriño, aspirante a poeta, nacido en la primavera de 1946

Palabras dulces

En salones suntuosos,

en oficinas amplísimas, lujosas, seguramente entre las nubes

hombres de negocios, muchos de ellos gerentes generales,

presidentes a sueldo de empresas millonarias

deciden que deben hacer que sus empresas, que no son suyas,

incorporen a la sociedad como política de buenas prácticas


Mejorar las relaciones, atender los reclamos de los ciudadanos

cuidar el medioambiente, cuidar el planeta

y más y más hermosas palabras que parecen

palabras de cordura y acaso de esperanza


Mientras tanto

los capataces, los capitanes de pesqueros,

los gerentes que quieren ascender,

nada saben de esas palabras

y nada de esas intenciones.

Siguen talando selvas, envenenando el agua

pescando con prisa y sin pausa

llenando de pesticidas

viviendas, escuelas y sembrados


Esas bellas palabras

esas nobles aspiraciones

chocan con la realidad de ansias de ganancia

ansias de poder

y de locura



Pesca Industrial (Hidroblog)

Hasta el próximo sábado. Y como decía Hugo Guerrero Marthineitz “ si Dios y los hombres lo permiten”.

CarlosLesta

lunes, 23 de noviembre de 2020

Nuestro Macondo, sábado 21 de noviembre de 2020

 

Buenos y soleados días mis queridos Diversos. Hoy nuestra crónica, certera y emotiva, viene de la mano de nuestro Quijote particular, Alfonso Modroño. Sus palabras nos mantienen unidos y esperando que vuelvan nuestras reuniones. 

Mientras tanto besos y versos para todos,

Ángeles.

Macondo, con su sabor a tertulia y café de sábado, parece que se nos hubiese ido, para siempre, a acurrucarse entre las páginas de alguna novela de García Márquez. Ahora, más que nunca, la barrera invisible de un ejército invisible, impide traspasar su puerta. Se han enmustiado los carteles anunciadores de la vidriera y la luz apagada no deja oír el golpear ahuecado del filtro de café sobre la barra del cajón de los posos. El mármol de la mesa del rincón del fondo esta frío sin sus tazas humeantes y sus libros; sin la luz de los flases de las fotos de Ángeles, de Placeres… – No creo que estemos ninguno de nosotros en la mesa que fue a parar a las páginas de la novela de García Márquez— No se escuchan las voces que, en bajo musical, armonizaban sus notas con los agudos de las cucharillas golpeando porcelanas. Se ve a la soledad -- como en pijama -- durmiendo en cualquier parte del espacio silente del local. Los cuadros también duermen, o eso parece; lo cierto es que están mudos, sin ninguna mirada que los acaricie.

Hoy es veintiuno de noviembre, y es sábado. ¡Sábado…!

Siempre habrá, para un Diverso, un Macondo de versos a partir de las once de la mañana de cualquier sábado del año.

Estemos donde estemos, surgirá un poeta que comentar, un poema que leer. Siempre habrá poesía en nuestros corazones a partir de las once de cada mañana de los sábados. Y aun sin mesa de mármol, ni sabor en los labios a agradables compañías, siempre nos quedarán las redes para pescar correos en el Google o textos en WhatsApp.

Hoy le toca a este Quijote, por turno de oficio, lidiar contra el gigante de las letras y, en descomunal batalla, vencer al malandrín que pretenda impedirle llevar versos a su amada Dulcinea de Diversos.

Y sepan “vuesas mercedes” que nadie mejor, para traer sus versos, este sábado, de la mano de un quijote, que un Cervantes: El poeta FRANCISCO BRINES.

El poeta de Oliva –Valencia--, es el flamante ganador del último “premio Nobel” de las letras hispanas: el Premio Cervantes.




Yo sé que olí un jazmín en mi infancia una tarde, y no existió la tarde, escribió en El otoño de las rosas.


Brines es una de las últimas voces que tenemos la suerte de poder escuchar de la denominada generación del 50, habitada por autores como Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente, o Carlos Barral.


Te conoces por el poema, pero no conocías antes de escribir el poema lo que en él escribes”.


La poesía de Brines, a menudo, navega con cierta normalidad por mares elegíacos: “no habría lamento si no se hubiera apreciado lo que ya no está”

Hay en su obra, también, una constante: la dualidad entre las luces y la sombras. La memoria de la infancia, intensa y sensorial, en contraposición al vacío y la desesperanza. Como en este poema de Insistencia en Luzbel (1977):


Los sinónimos

Más allá de la luz está la sombra
y detrás de la sombra no habrá luz
ni sombra. Ni sonidos, ni silencio.
Llámale eternidad, o Dios, o infierno.
O no le llames nada.
Como si nada hubiera sucedido.

Os dejo saboreando este aperitivo delicioso de un poeta que, como los buenos vinos, nunca envejecerá. Sabedor de que abrirá vuestro apetito por descorchar más poemas guardados celosamente en las botellas de los libros de este poeta consagrado.

Mis queridos Diversos, recibid mis abrazos virtuales empapados de versos, hasta que el ejército invisible que nos cierra el Macondo sea derrotado. Ojalá la victoria este cerca y podamos abrir nuestras sonrisas, sin vendas en la boca, y podamos entrelazar nuestros brazos, para vernos fundirnos en abrazos de verdad.

Alfonso Modroño Márquez-

A Coruña, 21 de noviembre de 2020.



lunes, 16 de noviembre de 2020

Nuestro Macondo, Sábado 14 de noviembre de 2020

 


Buenas noches mis queridos Diversos. Hoy llega una crónica envuelta en melancolía y aroma de anís. Carmen Torreiro nos la envía.

Volverán las golondrinas y los rayos de sol.

Mientras tanto, besos y versos para todos.

Ángeles.




foto propia

CRÓNICA DE UN DÍA GRIS DE NOVIEMBRE


Mis queridos Diversos: quisiera que me permitierais contaros un pequeño cuento de ficción autobiográfica. No tiene moraleja porque no es una fábula


Y el reloj se me paró. Pero ya hacía tiempo que no sonaba. En realidad, un año entero. Echaba de menos su tictac, aunque no me daba cuenta.

Pasaron muchas cosas, pero yo no las sentí

No escuché los mirlos cantando al alba del mes de marzo

No vi los gorriones comiendo el pan mojado del día anterior

No buscaban briznas para hacer el nido?

No sentí el olor de la tierra mojada del mes de abril

No había huevos en los nidos y pájaros en mayo?

No volvieron nunca más las golondrinas ( todos los años de mi niñez anidaban en el alpendre de la casa de mis abuelos)

Quizá debería cambiar de latitudes y longitudes… pero resulta difícil en estos tiempos de confinamientos perimetrales

En agosto tuve un pequeño rayo de esperanza y me pareció que el reloj había vuelto a andar. Depresiva ilusión quimérica alimentada por amistosas palabras

La culpa fue mía por negarme a adquirir un reloj digital. Al mío habría de darle cuerda cada día y una pila dura mucho más


Pasaron tantas cosas!

Los muertos del covid

Los muertos del amor

Los muertos del odio

Los muertos políticos y los muertos naturales

Los muertos desgraciados y los muertos sin gracia

Una esperpéntica sucesión de muertos

Una crónica de muertos anunciados…

Y no aprendimos nada, de modo que no se nos puede absolver. No hubo dolor de contrición, ni propósito de la enmienda y no digamos nada ya de cumplir la penitencia…

Y yo sin darle cuerda al reloj!

Así que voy retrasada. Los madroños los comieron los pájaros igual que las cerezas

Tampoco recogí las bayas del saúco. Las naranjas están verdes y las granadas

Las mandarinas, los caquis y los quiwis aún estoy a tiempo pero no sé si podré porque se me paró el reloj

Todos los días hago una lista de tareas que nunca termino. Es natural con este retraso

Tengo una intoxicación de información desinformada, trastornos del sueño y crisis de ansiedad. Y además un reloj que no anda

Y como sabéis a los niños con retraso se les tiene que hacer una adaptación curricular. Bueno, no sé si se sigue llamando así porque todo cambia, o no. Mi adaptación curricular tendría que abarcar todo el año porque tengo la impresión de haberlo perdido. No sé vosotros.



Siento no poder enviaros unos lindos versos que os animen esta tarde gris.

Esperando esa hermosa mañana soleada en la que nuestras voces vuelvan a cantar versos y suspirar besos, os envío aromas virtuales de manzanilla con anís

Carmen Torreiro

domingo, 8 de noviembre de 2020

Nuestro Macondo, Sábado 7 de noviembre de 2020

 


Muy buenos días mis queridos Diversos. Hoy la crónica viene de la mano de nuestra polifácetica artista Yoli López. A tratar de sonreir y a defender la alegría en estos tiempos.

Besos y versos. 

Ángeles.


Buenos días, queridos diversos, en este día otoñal, en un año azotado por un virus guerrero, y que no nos permite reunirnos en el Macondo, ese bar que tanto nos echa de menos, como yo a vosotr@s.

foto propia


Ayer, en la biblioteca Miguel González Garcés, mi querida amiga María José Viz y yo, junto al músico Jesús Garabato, tuvimos el placer de participar en un recital coral muy ameno, en el que, a pesar de la pandemia, acudieron bastantes amigos, y entre ellos, asiduos de nuestro bar, como Quijote, María o Rosalía. Gracias por venir!

Estamos de suerte con la literatura galega escrita de mujeres, estamos siendo premiadas muchísimo. Después de OLGA NOVO, es una alegría y un honor comunicaros que el Premio Nacional de Poesía Joven ha recaído en la gran poeta ALBA CID, procedente de mi tierra, de OURENSE, con su libro estupendo ATLAS editado por Galaxia. Hace un par de años, tuve la suerte de coordinar y seleccionar a diez mujeres poetas ourensanas vivas para la antología CALPURNIAS. MULLERES POETAS OURENSÁS.

Entre ellas figura Alba, con versos tan emotivos y sugerentes como estos:


Safo escribe:

Pero unha especie de desexo ten poder sobre min

Morrer e observar desde as alturas

A rosada nas flores de loto das ribeiras de Aqueronte.

Safo escribe e arquea o lombo.

Pero o estado do papiro impídenos saber

Se está a anticipar a branca roca de Leucas

(desde a que se lanza ao mar en todos os lenzos do XIX)

Ou á caída – case imperceptible-

Das crías das cigarras desde as árbores,

Rebotando sen eco

Até enterrarse.


Sempre lembrarei o ramo de flores que me enviou cando presentamos a antoloxía no LICEO de OURENSE, presentación á que ela non puido asistir físicamente, pois vive temporalmente en OXFORD como directora do departamento de galego nesta prestigiosa universidade. 

Esta segunda parte saiume espontáneamente en galego! Vivo nunha especie de situación de diglosia, movéndome en liberdade entre dúas linguas ás que lle teño aprecio por igual.

Eu son partidaria de que fagamos unha quedada vía streaming ou Internet, podémolo facer por facebook  ou zoom. Qué vos parece? Teño moitas ganas de ver os vosos rostros e poder recitar poesía con paixón.

Y para terminar, volviendo al castellano, me gustaría recomendaros dos libros apasionados de dos autoras con voz radical, HOZ EN LA ESPALDA de ISLA CORREYERO, y VIVIR CON LO PUESTO de ANA MONTOJO, los dos editados por HUERGA Y FIERRO, una editorial madrileña. Os deseo una muy feliz semana amigos, llena de poesía y letras. Toda mi amistad y energía positiva para tod@s. Besazos!!! ☺



domingo, 1 de noviembre de 2020

Nuestro Macondo, Sábado 31 de Octuibre de 2020

 




Muy buenos días mis queridos Diversos. En este sábado silencioso que remata Octubre, los versos nos vienen desde el sur, de la mano de Miguel Ánges Cabezas sentimos sus palabras en el medio de sus silencios.

Que la vida nos llene de sonrisas y que podamos compartir besos y versos. Mientras tanto a seguir caminando, con paso firme y pelo al viento.

Ángeles


CRONICA "DIVERSOS" Buenos días compañeros de "Diversos", aquí desde el sur del sur, entre naranjos y castañas, en pleno otoño, con hojas caídas y ánimos levantados, me toca la última crónica del mes.

Y esta vez, desde la modestia de este aprendiz de poeta, me atrevo a compartir las últimas letras de un trabajo llamado "Libro de los silencios", si bien uno nunca sabe estar callado.

Breves pensamientos, reflexiones, momentos, emociones, pero todo breve.


- Poema del libro de los silencios,

hecho solo de vida,

de pasos perdidos,

de miradas furtivas,

de amor.


- Para caminar la vida

una mirada que enamore,

una mano abierta,

un corazón que sienta.

Para caminar la vida.


- Dejar que la lluvia moje el cuerpo

y llegue al alma.

Y luego, sembrar...


- Se escriben los poemas

en el papel de los sentimientos,

con las yemas de los dedos

sobre la misma piel desnuda.

Se escriben los poemas…


- Aparecen los sueños en la noche.

Pero no hay que dejar escapar

las estrellas en el día.


- Tan efímeras como las huellas

en la arena de la playa,

que con las olas se van. 


- A veces, muchas veces,

a uno se le acaban los sueños.

Y a la imaginación solo le queda

el sol que sale cada mañana,

como una inercia.


- Las manos han estado abiertas, tanto tiempo,

que han perdido las ilusiones... entre los dedos.


- La Fé es como el sol que ilumina la vida por dentro,

que ilumina el alma.

Pero hay muchos días nublados


- Para poder soñar

tengo mis manos abiertas

y los ojos despiertos.

Y todo para poder soñar.


-Cada día,

cada paso,

cada momento

están sin estar...

Así es la vida.


- El Sol para vivir.

La Luna... para soñar.



Y hasta aquí esta serie de letras hechas en el duermevelas de los despertares, cuando se lucha por la cama o el desayuno, cuando el día nos levanta por la fuerza del sol o de nuestras ganas de seguir la vida.

Miguel Ánges Cabezas