domingo, 20 de diciembre de 2020

Nuestro Macondo, Sábado 19 de diciembre de 2020

Muy buenas tardes mis queridos Diversos. Llegando a las navidades de este 
atípico año, rematamos nuestro año poético con una guinda que 
es un pastel completo. Nuestra querida Rosalía nos escribe y
 describe con su bien hacer y con su chispa habitual, muchísimas gracias linda. 
Que estos días los besos y los versos acaricien nuestras almas
a la espera de tiempos mejores. Nos reencontramos pasadas las fiestas.
Ángeles 

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 Buenos días Cronistas,



Hoy cerramos la edición, para darle al turrón, y algunos, con algo más de suerte, al polvorón, habrá quién incluso coma perdices, los más serán felices, y quizás todos tengamos esos momentos para echar de menos a los que lo celebran lejos; en otras tierras, cruzando el mar y los más, en el cielo, no me cabe duda de que a Sara le encantará leernos, estoy segura, de que allá dónde este, ha disfrutado de nuestros correos.

Me toca poner el punto y seguido, y sólo puedo decir gracias a todos los que estáis ahí, a esa Directora con mano de Ángel que ha sacado un periodista de cada uno de nosotros, y ha sabido elaborar una revista semanal, que nos ha hecho disfrutar, hasta atravesar hasta el final su hoja en blanco; subirnos con María a su maravilloso tren y llegar hasta un Barco, y montar en un burro y hacer florecer una hoja de papel; jugar con la luna de María José, y descubrir quién ha sido el que la acuna; despedir al “Crac” a un hombre del Sur, a Maradona, con los versos de dos compatriotas, uno de ellos nuestro Crac Carlos Lesta; tomar el aperitivo y un vino, con nada menos que Francisco Brines, con un Cervantes, invitados por nuestro entrañable Quijote; salir al jardín y escuchar el reloj de Carmen que sigue latiendo en nuestros corazones, mientras suena en nuestro oído el tic tac de sus canciones. Nos hicimos con Yoli eco del éxito que están teniendo las voces de mujeres gallegas en verso, y sentimos los aplausos a esas mujeres que cuando hablan cantan en el idioma más bello, el gallego; llegaron también dulces versos del Sur, de otro Ángel con cabezas que nos enseñó a escribir poemas con las yemas de los dedos, sobre la piel desnuda, versos llenos de vida y ternura; un placer fue compartir con Placeres un poema de cuna hecho por Olga Novo para su hija Lúa; supimos por la directora que el Nobel fue para una poeta, con apellido de Pato, Louise Glück, que entró en nuestras vidas desde el lejano Oeste, haciéndonos felices a los que amamos el verso, desde que los pariera por primera vez otra mujer en Lesbos; pero para poetas, el nuestro, nuestro Paco, que nos deleitó con su vida es verso, extremo que es cierto, su vida es la mirada del poeta que ve abrazarse la vida y la muerte, y nos traduce la vida a versos rotos con besos; de la mano de la Dirección, no perdió ésta la ocasión de hacernos saborear a Raúl Zurita, premio reina Sofía, y allá, por finales de septiembre, Antonio se quitó el sombrero y nos abrió las puertas del otoño, cantando la tristeza de Fonseca y la añoranza por el fondo de una mesa, mesa que aún remembra un turco que forma parte de sus comensales y de nombre Caglar y que nos hizo disfrutar del vuelo de una paloma, que en su pico trajo un mensaje que nos hizo pensar en la negrita entre los términos modernos, y de repente, llegamos al cinco de septiembre, en un recorrido que me ha enternecido, lleno de crónicas con lirismo, con sentimientos, y ¡con amigos!



Como una paloma mensajera sólo me resta deciros, que a todos os quiero, por todos estos pequeños ¡grandes momentos!, en los que me habéis hecho sentir parte de una revista semanal, de ensueño; en la que hoy podemos brindar por todos los premios que han regado nuestro universo, y por mantener vivo el rincón del fondo hasta el año nuevo, esta vez no será bisiesto, y lo celebraremos, estoy segura de ello, en primavera, con besos y versos, antes de partir hacia mi isla, llevándome en la mochila la mejor revista de correos que hay en este mi querido rincón que ya es parte de mi corazón, gracias a todos, por todo, feliz navidad y versos nuevos.

Rosalía Ajamil 


domingo, 13 de diciembre de 2020

Nuestro Macondo, sábado 12 de Diciembre de 2020

 

Muy buenos días mis queridos Diversos. Hoy nuestra crónica  viene de la mano de María Martínez, con aroma de ausencias. Gracias guapa. 
Comentaros que en la cuenta que tenemos nuestro saldo es de 7,76 €, por lo que dejo aquí el número de cuenta ES53 2080 0012 3930 4003 5776 (la cuenta está a nombre de María Martínez y al mío) para los que quieran trasferir 5-10€ para poder seguir manteniendo la suscripción de Espiral Maior., normalmente en enero nos mandan la cuota que incluye unos cinco libros de poesía que compartimos.
Disfrutemos y sonríamos en estos tiempos en los cuales son muy necesarios los besos y los versos.
Ángeles.


Neste tempo de ausencias sen apenas despedidas quero
adicar este pequeno relato en agradecemento á mellor
herdanza que nos puideron deixar moitos dos que á forza
marcharon que é formar parte do que somos, será por iso
que “jamás se recuerda lo que nunca se olvida”.
Para todos os poetas tan diversos e añorados, en memoria
dos versos que pronto volverán a empapelar as paredes do
Macondo,
beixos miles, aínda sexan a través da máscara seguiran
sendo beixos!




FLORES DE PAPEL




Só foi preciso para entrar empurrar lixeiramente a porta de
ferro. A cancela estaba aberta, como soe ocorrer, en aldeas
de non máis ca dúas ducias de habitantes. Verán en
Valdeorras, só despóis do solpor baixase dos trinta. Dentro
todo é mármol e granito. Todo é silencio, que cala o presente
e da voz os momentos vividos, cos que antes vivimos. No pobo
xa suman máis os mortos que os vivos. Camiñando entre as
lápidas chego a da familia. Séntome ó carón e comezo o meu
relato: “Unha nena que leva o meu nome viaxa no tren
comarcal. Unha nena da que me separan máis ca tres décadas
e ademáis do nome leva os meus apelidos. Parte das súas tías
avoas acompáñana compartindo con ela a ilusión e as ansias
por chegar. A Coruña vaise perdendo tras o traqueteo e as
vías que bailan entre curvas. - A avoa espéranos na aldea
xunto coas dúas vacas. Fai uns días chorei acongoxada pola
recente morte da burra que tantas veces montara. As
bágoas cesaron cando ela me prometeu que se non había
burros dispoñibles na aldea poría as alforxas nunha das
vacas. Seguía sen entender como a pesar de seren tan listos
lles chaman burros e por qué as mulleres montánse coas dúas
pernas no mesmo lado. Conteilles as miñas tías algúns dos
plans: facer tirapedras con guantes, tobogáns de pallas no
palleiro, barcos de pao para navegar no lavadoiro, lecturas no
balcón: “Momo”, “Sólo un pie descalzo”, “Veva”... coa serra da
Enciña da Lastra observándome. Recordei como baixar as
escaleiras silenciando os pasos, ir buscar os rapaces e
bañarnos no río sen que se percatan de que non durmía siesta
(isto non llo contei a elas)-. Cada mes de Agosto quería estar
alí, no pobo coidábame soa. Hoxe sei que foi grazas a elas,
que tanto coidaron de min”. Ao rematar o relato córtoo en
tiras de papel. Pego os extremos e os coloco en forma de
pétalos. Remato as flores con botóns no medio. Colócoas nos
xarróns. Aínda que os mortos non falan hai palabras que se
escoitan sen ser lanzadas ao aire, aloumiños que sen tocar a
pel fan vibrar o corpo. Salgo, non sin antes arrimar a porta
sen pechar a cancela.




sábado, 5 de diciembre de 2020

Nuestro Macondo, Sábado 5 de diciembre de 2020

 Mis queridos Diversos. En este sábado de viento y lluvia, cómo decir que nos echamos de menos. 

Digámoslo con blancos y silencios.











Y nos volveremos a encontrar entre besos y versos.
Ángeles