Semanas
de Julia Uceda
Cuántos
lunes y martes
en
el polvo, detrás, por los caminos.
Serían
diferentes entre sí, pero todos
parecían
el mismo.
Busco
las sillas, las ventanas, los lechos
de
la fiebre o el llanto, del diente dolorido,
a
esos lunes o martes, y ya todos
están
fuera de sitio.
Forman
montón de cosas, horas,
piedras,
palabras, lápices, destinos,
pero
fueron cruzando la puerta de hacia adentro
con
mucho frío.
A
veces los despierta una canción
antigua,
una esquina, un amigo,
y
me hace gracia de que todos entonces
me
parezcan domingos
Muy
buenos y lluviosas tardes. Los pies en nuestra mañana de sábado nos
llevaron a nuestro rincón en el café de Macondo y allí nos
encontramos con versos propios y ajenos, con palabras que vuelan, con
bombones para compartir, con sonrisas cómplices, con imágenes para
recordar...... Y con una rama y unos bombones montamos nuestro propio
árbol de Navidad que nos supo a besos y versos.
Y
comenzamos hablando del los días, de esos lunes que con una caricia
se transforman en domingo. Y para ello tomamos el poema de Julia
Uceda titulado Semanas, esta autora fue
galardonada recientemente con el premio García Lorca de
poesía, esta escritora sevillana está viviendo en Ferrol, estaría
fabuloso que nos pudiésemos encontrar y compartiésemos un rato de
vida, puede ser un plan a desarrollar para el año que viene. Después
escuchamos el poema Ayer de Ángel González,
en este poema los días también varían según las vivencias que los
pueblen, y también nos habla de la necesidad de vivir cada día
porque ningún día vuelve.....
Ayer
de Ángel González
Ayer
fue miércoles toda la mañana.
Por
la tarde cambió:
se
puso casi lunes,
la
tristeza invadió los corazones
y
hubo un claro
movimiento
de pánico hacia los
tranvías
que
llevan los bañistas hasta el río.
A
eso de las siete cruzó el cielo
una
lenta avioneta, y ni los niños
la
miraron.
Se
desató
el
frío,
alguien
salió a la calle con sombrero,
ayer,
y todo el día
fue
igual,
ya
veis
qué
divertido,
ayer
y siempre ayer y así hasta ahora,
continuamente
andando por las calles
gente
desconocida,
o
bien dentro de casa merendando
pan
y café con leche, ¡qué
alegría!
La
noche vino pronto y se encendieron
amarillos
cálidos faroles,
y
nadie pudo
impedir
que al final amaneciese
el
día de hoy,
tan
parecido
pero
¡tan
diferente en luces y aroma!
Por
eso mismo,
porque
es como os digo
dejadme
que os hable
de
ayer, una vez más
de
ayer: el día
incomparable
que ya nadie nunca
volverá
a ver jamás sobre la tierra.
Y
después leí una poesía mía titulada Poesía circaseptana,
en la que los días de la semana son los protagonistas de un ciclo
que no creó la naturaleza, lo creó el hombre.
María
José nos leyó Filantropía, poema creado
a raíz de la expedición que salió de Coruña con la vacuna de la
viruela iniculada en niños del hospicio ( Felicidade inxenua de
días azuis, choro con xúbilo esperanzado), poema en el cual
varios de nosotros vemos el estilo rosaliano. Después Paco nos
declamó El vino amargo (Vierte el guerrero en la mesa el
vino amargo de la tristeza.....), conocimos otra faceta de Paco,
somos poliédricos y tenemos caras y vértices. Alfonso nos
describió con palabras dulces a su nieta Carlota con la mirada
tierna de un abuelo (Se ríe como se ríen los girasoles al
sol). Y Carmen Pavón compartió con nosotros su
poema titulado La palabra (una simple alegría se convirtió
en un sencillo lenguaje...).
Y
aparecieron versos de Lucía Jares, de María Suárez y
por supuesto del maravilloso Ángel González (Meriendo
algunas tardes, Eso era amor!!). Y Antonio nos dice que "Las
palabras son alas de mariposa que acarician el alma" (aunque a
veces también las palabras puedan ser bofetadas en el orgullo y en
la vida).
Y
decidimos cerrar nuestro año poético el próximo sábado con poemas
propios y realizando un cadáver exquisito, que casi siempre tiene un
resultado sorprendente y atractivo.
Recuerden
que en El Macondo hay participaciones para la lotería de Navidad,
por si quieren cumplir algún capricho.
Y
sin más nos despedimos entre besos, versos y sabor a chocolate.