lunes, 18 de noviembre de 2019

Nuestro Macondo, sábado 16 de Noviembre de 2019






Hoy, haciendo gala de ese dicho tan coruñés de “Abarrote en el Parrote”, éramos cuatro. Pero una tertulia sobre arte, sobre literatura, sobre la vida, con cuatro tertulianos, con tres, con dos o incluso con uno mirándose al espejo y con un poco de imaginación poética (p.e.), llega y sobra para estar completa.
Marina, que no la conocía y es una de las fundadoras de la tertulia y muy, muy agradable, por cierto. María José, que ya nos conocíamos y tan agradable también. Y Antonio, Antonio, Antonio, qué vamos a decir de él si es una fuente inagotable de sabiduría y simpatía donde la podemos comprobar en sus artículos diarios en Facebook.
Pues bien, entre los cuatro hablamos de mil y una cosas y entre ellas, como no, de poesía. Marina nos acercó a un tema poco conocido en el que se basa el libro de Guojian Chen, editado en Visor y de título “Antología de poetas prostitutas chinas”. De esa Antología nos leyó dos poemas: “Dedicado a mi amigo Tu Fang”
escrito por Li Ye.
“… cuando volvamos a vernos te diré todo lo que estoy sufriendo”.
Y “El arroyo otoñal” de Xue Tao.
“… diez cuerdas de cítara
susurrando desde lejos…”
Poetas obligadas con sus poemas a hacer más atractivo el negocio, en aquellos tiempos y lugares.
María José nos leyó, de su autoría, “Mi encuentro”.
“… existió un tiempo en el que me sentía perdida…
… pero el día de mi renacimiento ha llegado.”
Y por último yo recuperé dos poemas de hace años
Se va el sol…
… sangra el sol por el horizonte con deseos de volver…”
y “Creí que el hielo podría derretirse…”
Y antes de que el sol se congelara y nos congelara a todos, nos fuimos, con el deseo de que el próximo sábado el Parrote entre en el Macondo llenando la mesa del fondo.

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