Muy
buenos días queridos Diversos. Ayer a pesar de borrascas, vientos,
lluvias y demás inclemencias nos dirigimos a nuestro rincón del
Macondo y realmente valió la pena. La mañana se desarrolló entre
versos y risas y el rato de vida compartido se convirtió en un
verdadero placer.
Comenzamos
con un momento irrepetible, acompañamos nuestros cafés y tes con
unas pastas de la mítica Confitería Hildita, que a fin de año
cierra y ya no nos podrá endulzar la vida.
Y después comenzaron a surgir versos en diferentes formas y presencias. Aparecieron versos de ausentes y presentes referidos a la navidad y al mar, a la tristeza, a la magia, a la infancia, a los recuerdos, al amor y desamor, a los hogares perdidos, a las bocas exploradas, a las lágrimas con letras, a los incendios arrasadores, a la luz y a la luna. Compendió de versos compartidos y escuchados que caminan de unos a otros.
Y después comenzaron a surgir versos en diferentes formas y presencias. Aparecieron versos de ausentes y presentes referidos a la navidad y al mar, a la tristeza, a la magia, a la infancia, a los recuerdos, al amor y desamor, a los hogares perdidos, a las bocas exploradas, a las lágrimas con letras, a los incendios arrasadores, a la luz y a la luna. Compendió de versos compartidos y escuchados que caminan de unos a otros.
Y
después nos dedicamos a hacer un cadáver exquisito entre todos,
resultando un poemas original y sorprendente, que nos hizo sonreír.
Y también como navidad que se precie, plasmamos en un papel un deseo
para el año que viene y se lo pedimos a la magia del momento, fue un
compartir de sentimientos y alegrías.
Y
terminamos la mañana, sin querer, con las llamas de bomberos y
pensamientos claros y oscuros, y ya carcajadas en el aire.
Y
quedamos convocados para el 2020 (precioso número) para compartir
como siempre besos y versos. Será el 11 de enero.
Que
seamos felices
Ángeles
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