EMILY
DICKINSON
Él
era débil y yo era fuerte
Él era débil y yo era
fuerte,
después él dejó que yo le hiciera pasar
y entonces yo era débil y él era fuerte,
y dejé que él me guiara a casa.
después él dejó que yo le hiciera pasar
y entonces yo era débil y él era fuerte,
y dejé que él me guiara a casa.
No era lejos, la puerta estaba
cerca,
tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,
no había ruido, él no dijo nada,
y eso era lo que yo más deseaba saber.
tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,
no había ruido, él no dijo nada,
y eso era lo que yo más deseaba saber.
El día irrumpió, tuvimos que
separarnos,
ahora ninguno de los dos era más fuerte,
él luchó, yo también luché,
¡pero no lo hicimos a pesar de todo!
ahora ninguno de los dos era más fuerte,
él luchó, yo también luché,
¡pero no lo hicimos a pesar de todo!
Muy
buenas noches mis queridos Diversos, en esta mañana luminosa de
sábado nos reunimos en la mesa del fondo del café de Macondo para
decir y escuchar versos y disfrutar de la poesía
compartida.
Comenzamos con Instantes de Paco, en algunos de sus versos nos encontramos protagonistas: Un café, una charla..... , música en los versos, el sábado próximo nos vemos, otro poema de Instantes fue Aislado: Aislado en medio de una multitud, solitario rodeado de silencios...... También disfrutamos de Hacia el mar abierto, poema del libro de Paco, En las laderas del infinito, Eres las olas blancas que balancean mi barca...... nunca sabrás lo que nunca te dije. Somos incondicionales seguidores de nuestro poeta romántico que viste las mañanas de sábado de voz profunda y suspiros.
Comenzamos con Instantes de Paco, en algunos de sus versos nos encontramos protagonistas: Un café, una charla..... , música en los versos, el sábado próximo nos vemos, otro poema de Instantes fue Aislado: Aislado en medio de una multitud, solitario rodeado de silencios...... También disfrutamos de Hacia el mar abierto, poema del libro de Paco, En las laderas del infinito, Eres las olas blancas que balancean mi barca...... nunca sabrás lo que nunca te dije. Somos incondicionales seguidores de nuestro poeta romántico que viste las mañanas de sábado de voz profunda y suspiros.
Y
a continuacón leímos varios poemas de Emily Dickinson,
poeta estadounidense cuya obra está revestida de especial
sensibilidad, misterio y profundidad. Aislada del mundo por voluntad
propia, llevó una vida casi mística. Leímos: A una casa de
rosa no te acerques, Bueno es soñar, despertar es mejor, Soy nadie
¿Tú quién eres?. Lo que es agua lo enseña la sed, Él era débil
y yo era fuerte, Ensueño, La sortija. Encontramos fuerza en sus
versos y también tristeza, presenta poemas breves, expresivos,
condensados de pensamientos.
La
lectura de versos de Emily Dickinson despertó en Rosalía la
necesidad de contestar con versos suyos: Vestida de
incertidumbre, el mundo era su corsario...... Y el espíritu
de esta poeta de blanco impregnó la poética de Rosalía dando lugar
a registros nuevos.En mis sueños hay salinas, mi puerto es un
tintero......
Mercedes nos
deja unos versos que nos acompañan en la despedida : Cuando
salimos del bosque las estrellas habían huido....
Pensamos
que para el sábado 24 de febrero vamos a ir acompañados de versos
que traten de bosques, propios o ajenos.
El
jueves 22 de febrero se presenta un libro de poemas en el colegio de
abogados (Federico Tapia, 11). Nuestro Paco estará recitando
poemas.
Que
la vida se llene de besos y versos
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