Muy
buenas noches mis queridos Diversos, y pasa el tiempo y rematamos el
año, otro año más entre aromas de cafés, anís, hierbas, amistad,
versos, emociones y demás. Y este último sábado de reunión nos
encontró en la mesa del fondo del café de Macondo con los versos de
Whitman, Gil de Biedma, Rilke y algunos poemas y cuentos propios.
Comenzó
la mañana con la carta que Rosalía Ajamil escribió
a Chus Visor explicándole que no tenía ni premios ni padrinos ni
padre que le financie. Esta carta recibió contestación. Y hablando
de cartasMercedes nos leyó una de las cartas
que Rilke escribió a un joven poeta recoméndandole
que se adentrara en si mismo, que la mayoría de los
acontecimiertos son indecibles y merecen enfoques silenciosos....,
una joya que nos encandiló y escuchamos con pasión. Y en relación
con el mirar hacia dentro Ana Moro nos leyó parte
deCanto a mi mismo de Whitman, un canto
a vivir y a estar, a disfrutar de cada momento en cada
momento. Rosalía Rodrígueztambién mostró sus ansias
de libertad, de rebeldía, de ir más allá en sus versos: Una
lluvia crisálida amanece por las membranas de mi
esfinge...... Rosalía Ajamil compartió su
amanecer poético con nosotros: Hoy me he levantado con la
palabra duda en la cabeza, ¿quién quiere ser madura?.....
Cuando
se cierra un ciclo, un año, una etapa, es bueno recordar y compartir
recuerdos, y en ese momento me gusta leer un poema de Gil de
Biedma llamado Amistad a lo largo que resume y plasma
sentimientos y emociones que nos acompañan en muchos momentos,
Pasan
lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad,
Mirad:
somos nosotros.
Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.
Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que nos sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.
Ay el tiempo! Ya todo se comprende.
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad,
Mirad:
somos nosotros.
Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.
Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que nos sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.
Ay el tiempo! Ya todo se comprende.
Pero
también tenemos poetas que personalizan nuestras emociones y
sentimientos y nos hacen rematar el año con una sonrisa en las
cuerpos y en nosotros.
Rosalía Arjamil escribe Mañanas
de Macondo.
Mañanas
de Macondo
de
cafés y tes con anís
¡mis
mañanas de París!
de
sentimientos hondos
mis
mañanas de poesías
de
mi mundo evadida
con
gratas compañías
Mi
vida escondida
con
los ojos cerrados
perdida
entre cuadros
recuerdos
a presente
a
poetas olvidados.
Escucho
y aprendo
sonidos
diferentes
escucho
y comprendo
ritmos
de otras gentes.
Con
su cálida luz
el
aroma de los versos.
La
música a contraluz
su
sonido tan diverso.
Ese
ritmo distinto
que
une los latidos
un
ritmo variopinto
diversos
y unidos.
Al
fondo en el rincón
vigilados
por Gabo.
¡Versa
la pasión!
con
esto ya acabo.
¡Gracias
de corazón!
Y
así entre besos y versos nos despedimos hasta el año que viene que
nos reencontraremos en nuestras Mañanas de Macondo el sábado 14 de
enero del 2017. Felices Fiestas a todos.