miércoles, 7 de diciembre de 2016

Nuestro Macondo, Sábado 3 de Diciembre de 2016

CRONICA DE DIVERSOS, DE UN BONITO TRES DE DICIEMBRE, COMPARTIDO CON BESOS Y VERSOS.


Hermosa es la poesía de una poeta alicantina, Francisca Aguirre, mujer y madre de poeta, premio Nacional de Poesía, que nos regaló un verso maravillosamente leído por Don Carlos Rico, su:
FRONTERA

Yo, que llegué a la vida demasiado pronto,
que fui -que soy- la que se anticipó,
la que acudió a la cita antes de tiempo
y tuvo que esperar en la consigna
viendo pasar el equipaje de la vida
desde el banco neutral de la deshora.

Yo, que nací en el treinta, cuando es cier
-como todos sabéis- que nunca debí hacerlo,
que hubiera yo debido meditarlo antes,
tener un poco de paciencia y tino
y no ingresar en ese tiempo loco
que cobra su alquiler en monedas de espanto.




Yo, que vengo pagando mi imprudencia,
que le debo a mi prisa mi miseria,
que hube de trocear mi corazón en mil pedazos
para pagar mi puesto en el desierto,
yo, sabedlo, llegué tarde una vez a la frontera.

Yo, que tanto me había anticipado,
no supe anticiparme un poco más
(al fin y al cabo para pagar
en monedas de sangre y de desdicha
qué pueden importar algunos años).

Yo, que no supe nacer en el cuarenta y cinco,
cometí el desafuero, oídlo,
de llegar tarde a la frontera.
Llegué con los ojos cegados de la infancia
y el corazón en blanco, sin historia.

Llegué (Señor, qué imperdonable)
con nueve años solamente.
Llegué, tal vez al mismo tiempo que él
pero en distinto tiempo.
No lo supe.

(Oh tiempo miserable e injusto.)
Estuve allí -quizá lo vi-
pero era tarde.
Yo era pequeña

y tenía sueño.
Don Antonio era viejo
y también tenía sueño.
(Señor, qué imperdonable:
haber nacido demasiado pronto
y haber llegado demasiado tarde.)
y tenía sueño.
Don Antonio era viejo
y también tenía sueño.
(Señor, qué imperdonable:
haber nacido demasiado pronto
y haber llegado demasiado tarde.)






En una mañana en la que Rosalía Rodriguez nos contó que sonaría el eco de una poesía suya en la radio, inspirada en una mujer que conoció en Japón “ Una japonesa con su palos…, su cara blanca y su gong” abrió los pasos a un ensayo en la declamación, y Carlos Rico como un Chamán, con cariño, con ternura el poema enriqueció y Rosalía le escuchó y ya con más pausas y sosiego otro poema suyo nos leyó “ Y abrió la puerta de la muerte…el mundo se mueve por lo que no se ve y no se oye….Un dragón me llevó a Japón.. y la poesía es la Diana” y una aplauso de todos cosechó.
La poesía de Sara Blanco es siempre el escucharla, hoy nos agasajó con el título de una receta, que era ya un poema: “Galletas al horno de Avena” y sin darse cuenta, al no encontrar en su libreta ningún poema, nos relató una historia preciosa de una carta que su padre siendo joven a Barcelona mandó, una carta que regresó muchos años después,envuelta en un sobre de misterio, vía email al ordenador de Sara, rescatada y comprada por la nieta de quién la escribió; en ella su abuelo pidió gentilmente a un tienda de Barcelona que le facilitasen hilatura y de aquella carta e hilatura nació una empresa del textil que dio de comer a treinta y tantas familias en Galicia, qué curioso es el azar, el hilo provenía de la planta del toxo, quisó la casualidad que el toxo y la carta retornasen a la tierra y a la familia de Sara, quién con cariño y buen oficio esta historia nos hizo saborear.
Entra Ruth en escena y nos lee con ese acento y delicadeza de su tierra un poema de Francisca Aguirre, de singular belleza, él que sugiero volver a leer para captar la esenci de su querer o la magia en la poesía, la del buen hacer “Un mar es lo que necesito…, yo solo necesito una agua que no escape…., un mar dónde llorar a mares sin que nadie lo note.”
Y Sergi nos trasportó al lejano Oriente, entre templos misteriosos, al abrigo del calor, concluyendo en Puquet, relatando el misterio del cariño de sus gentes, que guardan durante un año el luto por un rey que se hizo querer, descubriéndonos con su sonrisa, el país de la sonrisa.
Nos supieron a muy poco, los pocos versos de Francisca Aguirre, y con ella nos hemos vuelto a citar, nos quedamos con las ganas de seguir descubriendo de ella mucho más.
Ya me despido no sin antes dejar escrito que en Macondo apareció Don Pedro Castro Couto, quién tuvo la gentileza de hacernos una invitación, para el día 17 de Diciembre en Puertas Artabras inaugura su exposición, le complacería contar con la presencia de los poetas de Diversos, cuenta con nuestra asistencia, nos brindarán un recital poético y si alguién quiere sumarse a la declamación, tiene para ello su invitación.

Un verso y un beso a todos
Rosalía Ajamil


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