lunes, 29 de diciembre de 2014

Carloslesta - Comendador Especial de Palabras y Acentos

foto propia- ACoruña dic 2014

Comendador Especial de Palabras y Acentos

Uno se pone a veces el traje del Comendador Especial de Palabras y Acentos.
Vestido con el traje apropiado, con los símbolos todos que el cargo necesita
Sumido en la profundidad de pensamientos que deben ser oscuros y profundos
Capacitado por tantas jornadas de íntima reflexión y noches de lunas sin memoria
uno va y habla.
Señoras y Señores
Compañeras y Compañeros
Damas y Caballeros
Niñas y niños
O sea Todos
y tú

Que las palabras no sean dobladas como hojas de periódico
ni los acentos utilizados como armas arrojadizas
ni los puntos sean confundidos con gotas de tinta ya imposibles

Que los pliegos de papel
y los bolígrafos y las plumas y los lápices
no se tornen enemigos del pensamiento y  sus razones
Que los pensamientos no se enreden con los afectos
ni estos se enfurezcan con las frías razones
tan filosas como hojas de hielo y cristal tornasolado

Que los caminos etéreos
estos de estas cibernéticas edades no confundan al viajero
inexperto en el arte oscuro de los bits los ceros y los unos
ni al osado que valiéndose más de impulsos que de técnicas
precisas, predecibles y metódicas,
se atreve a internarse sin brújula y sin mapa
para llevarlo hasta la zona de la confusión y de la duda

Estamos aquí en ceremonia de atril, pluma y palabra
para erigir el altar de la certeza
para que cuando los días sean llegados podamos unidas nuestras manos
enaltecer el buen hacer, la sonrisa que no engaña el ojo que no descubre los defectos
la palabra que no provoca heridas el gesto que no cierra puertas
los pies que pueden irse sin ira, los pasos que levemente se alejan
las huellas que dicen de días buenos

Porque los días son ese altar peregrino en el que quemamos todos los minutos
que deberían ser agradables y con el aire se tornan ácidos, acres, angustiosos en horas imprecisas,
tienen  también gotas de una soporífera calma, un sindolor casi grato, un sabor como de felicidad
que no es felicidad ni infelicidad plena.

Vamos como peregrinos en un espacio ajeno
apenas sabiendo que hay un lugar donde el camino ya no tiene nombre
y un país llamado lento olvido, lagrima, añoranza

En tiempos azarosos, en días en que los susurros de guerras caminan sin reparo alguno
en estas horas en que las traiciones se suman a las bravuconadas de unos desalmados
y los justos callan no se si de terror o de un sopor inducido por esa prensa buena
y las órdenes se dan medio en silencio medio a los gritos
y aúllan algunos alertando de un lobo que no es más que la máscara del engaño
en estos tiempos peligrosos
decir que el cielo es azul y universal o que todos los hombres son mortales
es casi un grito de libertad
de esa libertad que nada pide de permisos para declarar nuestra fragilidad
y nuestros deseos de vivir en un mundo que nos pertenece y nos robaron.

Ceremonia, atril, pluma, palabras
mandatos que recibimos el mismo día en que nacimos
y que no debimos olvidar
Cuidar al desvalido, proteger al débil, arropar al desnudo, alimentar al hambriento
compartir el calor, permitir el desarrollo, abrazar con amor,
como a nosotros mismos nos amaron.

El tiempo pasa, huye de nuestro presente para hacerse pasado
y el futuro está esperando su momento fugaz y único
Estamos nosotros para que ese futuro que imaginamos posible
sea posible
Aquí, ahora y todos los ahoras por venir

carloslesta en ACoruña, 2014 12 29


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