sábado, 27 de diciembre de 2014

Nuestro Macondo, sábado 27 de diciembre de 2014

Finalizando el año, y reunidos en sesión de recuperación, los presentes han animado la mañana sabatina con anécdotas, extrañezas y comentarios, muchos y muy sabrosos comentarios.
¿Y por qué eso de sesión de recuperación?
Viene por aquello de "recuperar" las lecciones que por inasistencias, teníamos que cumplir para ponernos a la par de aquellos que, habiendo concurrido, se suponía que habían apreehendido los conceptos y disertaciones de los diversos ponentes.
Y la cosa se complica cuando advertimos que el escriba, si bien cumplió con el rol de registrar todo lo acaecido en la jornada del sábado 20 de diciembre, omitió hacerla llegar a todos los Diversos,
Es entonces cuando la recuperación de lo dicho adquiere el espeluznante tinte de catástrofe universal.
Descompónense los tiempos y vemos con asombro flores de primavera en pleno invierno, aires cálidos en vez de los gélidos que las fechas sugieren.


Cataclismos que no impiden ver la mano de cierta confusión que se enseñorea por los espacios de la más pura poesía. Estos tiempos convulsos se reflejan en confusiones, en cosas hechas a medias. Mea culpa dijo el escriba. Y a pesar de ello, la mañana se encaminó hacia el mediodía, y como si nada hubiera sucedido, después de las 11:59 de la mañana, llegaron las 12:00 y luego se entró en el territorio de la tarde.
Debió ser una mañana doméstica y no lo fue. Aún quienes participamos de los placeres domésticos, tuvimos el encuentro con la realidad y sabemos que a veces la realidad se reviste de los caracteres de una locomotora diesel o más aún de una negra enorme y humeante locomotora de vapor. Y esas si que meten la sensatez en el cuerpo.

Dicho todo esto, y con ánimo de poner un poco de racionalidad en esta sucesión de ineptitudes, quiero hacer llegar a todos los que formamos parte de esta aventura llamada Diversos, a quienes se acercan con ese punto de curiosidad a ver que se cocina en este blog, a los que en el futuro se encuentren con estas palabras y a los que desde el infinito más lejano nos observan con ojo crítico y mente admonitoria, digo que quiero hacer llegar los mejores deseos del más pleno desarrollo de todos los sueños. Y lo dicho, que no hay que faltar a las citas. Y que cuando se escribe, se escribe para todos.
Nos veremos el año próximo.
Macondo nos encontrará el sábado 10 de Enero
En el horario habitual
Con las buenas ondas de siempre
Con el placer del encuentro y de las palabras
Y con lo cada uno quiera compartir.


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