domingo, 14 de junio de 2015

Nuestro Macondo, sábado 13 de Junio de 2015



A un vendedor de la ONCE


Noble invidente que en la fría esquina
soportas del invierno los rigores
sin conocer del mundo los colores
en esa oscuridad que te margina.

Tu horrible pena nadie se imagina;
no conoces el campo ni las flores, 
ni conoces siquiera a tus amores
por decisión injusta, aunque divina.

Pero a pesar de tu destino horrendo
que a ti, ciego valiente, no intimida, 
sigues tu lucha estoico, sonriendo.

Tú, que tan poca tienes en la vida,
-un bello ejemplo según yo lo entiendo-
vas repartiendo suerte a quien la pida.
                                                                                                                                                                                                                                              ANTONIO FERNÁNDEZ.
Muy buenas noches queridos Diversos. Hoy en el día de San Antonio, es bueno recordar a nuestro querido Antonio, dicen que los muertos no mueren del todo si alguien los recuerda. Y hoy nosotros en nuestra reunión sabatina recordamos a Antonio como sabemos hacerlo entre versos y con sus palabras. Tuvimos el honor de compartir horas, cafés, poemas y conversaciones con  él. Gracias.



Y nos dedicamos a leer y escuchar poesía. Jesús, que había venido el sábado pasado, éste no pudo venir, pero estuvo sin estar, porque nos dejo su poema titulado La toalla, nos gustó mucho su relato, porque de algo cotidiano hizo un relato poético entrañable.
Miguel Melero nos leyó un poema en gallego titulado Amor propio, en el cual moraba la presencia de Yolanda Castaño. Y también leyó el poema titulado Quemado, en el cual realiza una crítica social del momento actual, al igual que el poema De listos, en donde enlaza genialmente las palabras. También nos leyó el poema Un poco de ti es mucho.
Rosalía leyó sus versos que dicen: Tu imagen se sube al cielo y no hay quien la atrape, y nos dejó una definición de remo: Es una guitarra tocada de sal y viento.
También leímos poemas de los últimos libros de Espiral Maior, Leímos poemas de Eduard Velasco: Eu quería escribir sobre o lugar......, su libro Ruído de trens está salpicado de versos de Lupe Gómez que a Mercedes le encantaron y dicen así: Se algún día queres escapar no camión eu estarei esperándote na fronteira// Só espero que haxa camións na fronteira. Reflexiones entre los versos de Velasco que dan originalidad a su libro a la vez que sorprenden al lector.
Viviana nos trajó los versos de la poeta hindú Rati Saxena que estuvo en el Ágora el lunes pasado. Leyó La pregunta del búho: ¿por qué el búho no quiere convertirse en hombre?
También leímos el poema de Olga Patiño titulado Las mujeres de mi tribu, lo leímos en la versión gallega y castellana, enriqueciendo el conocimiento en los dos idiomas. 

Elizabeth nos acercó el libro de Los poemas que no puedes dejar de conocer de Ponte Far y leímos La noche oscura de San Juan de la Cruz, es un libro amable que nos acerca poemas indispensables del español, además tiene unas preciosas ilustraciones de Pedro Castro.
Mercedes nos declamó sus versos que dicen, Ojos de niña, ojos de niña hambrienta, ávidos de luz, piden miseria, otros le contestan, lo que tú quieras. Estos versos abrieron un debate sobre lo que quería decir y lo que los oyentes escuchábamos. Realmente una vez que el poema sale de la pluma del escritor ya no es único, tiene tantas interpretaciones como lectores.


Y sin más nos despedimos entre besos y versos quedando convovados para el próximo sábado con los poemas del cubano José Martí y con todos aquellos que quieran acompañarnos en la mesa del fondo del café de Macondo.

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