lunes, 29 de junio de 2015

Nómada



Viajar de un cuerpo a otro.
De un color celeste a otro
Sin preocuparte por la noche,
Por el frío o la hora de mañana.
Observar la espiral tatuada en algunos ojos
Que se cruzan contigo.
Y continuar tu camino sin mirar atrás.
Atrapar la calma que te mira tras el cristal de una ventana.
Un paisaje homogéneo lleno de vida.
Tragar mil deseos en un suspiro
Y guardar tesoros en tus silencios de oro.
Acariciar su pelo mientras hueles las nubes.
Correr sobre salitre esquivando olas.
Ver el cielo de la habitación
Desnuda a su lado.
Hacer la maleta sin pensar en el viaje.
Dormirte muy lejos de tu ciudad
viendo una luna desde el autobús.
Caminar oliendo el viento nómada.
Probar labios ajenos.
Descubrir cómo es de verdad una persona
Sin máscaras, sin intereses.
Encontrar la transparencia
En la primera mirada.
Ser transparente en la primera palabra.
Escribir poesía en una tarde-noche de tormenta.
Cubrirte de libertad en cada paso.
Taparte con el calor de otro cuerpo
En una noche que dura hasta la tarde
De mañana.
Parir amor en cada gesto
Y saber que tu olor eres tu sin perfumes.
Elevarte en un rayo y descender con la lluvia.
Tocar la lluvia.
Tocar la vida.






Rosalía Rodríguez

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