Buenas tardes. Como nos habían quedado
ganas de volver a ver los poemas visuales de Elvira Riveiro Tobío,
volvimos a ver sus obras en las que se condensa el texto poético y
se apoya en una ilustración que lo exalta hasta darle una
interpretación que va más allá de lo que la palabra por un lado y
la ilustración por otro, pueden brindarnos.
Leímos dos de sus poemas
A
VELLEZ E A PONTE
(poemas
publicados en Pontevedra literaria. Antoloxía de textos en homenaxe
á Boa Vila.
Concello
de Pontevedra/Fundación Caixa Galicia, Pontevedra, 2007; e na
revista Dorna)
II
Xeranios
nas varandas moribundos
saúdan
aos peóns apresurados
cun
triste blues de pétalos mollados
que
morre tras o orballo nun segundo.
Faíscas
de luz, ruídos usados,
describen
un poema tremebundo
e
os versos que se somen no profundo
saúdan
aos peóns apresurados.
É
un cantar azul, desesperado,
que
vén da noite, a sombra e o seu mundo
cun
triste blues de pétalos mollados.
É
un cantar coa beleza do inmundo
que
nace nos recantos máis calados,
que
morre tras o orballo nun segundo.
III
Todo
barrio loce unha barricada,
unha
asemblea de gatos libertarios,
un
pasado contado en cartularios
esluídos
nunha quenlla derrotada;
unha
recua de amores carcerarios
murados
na vellez, a ponte, a nada
vestida
de esperanza postergada
tras
o ollo hostil dos calendarios;
un
quiste de CO2 no organismo
co
seu tropel doente polas rúas...
Todo
barrio ten como endemismo
saudade
de oferta en tendas núas
altas
doses, en vea, de sadismo,
noites
desvalixadas sen ganzúa.
Miguel Ángel nos trajo a un
poeta andaluz Antonio Carvajal, de quien nos leyó tres poemas de
exquisita factura
Dame, dame la noche del desnudo Dame, dame la noche del desnudo para hundir mi mejilla en ese valle, para que el corazón no salte, y calle: hazme entregado, reposado y mudo. Dame, dame la aurora, rompe el nudo con que ligué mis rosas a tu talle, para que el corazón salte y estalle: hazme violento, bullidor y rudo. Dame, dame la siesta de tu boca, dame la tarde de tu piel, tu pelo: sé lecho, sé volcán, sé desvarío. Que toda plenitud me sepa a poca, como a la estrella es poco todo el cielo, como la mar es poca para el río.
Madrigal de otro estío
Dudé si compararte con la nube o la luna: Agua fugaz para mi sed, caricia de luz distante en sombra íntima y única. Ramas cansadas, últimos delirios esperaron en vano que la antigua costumbre de los astros me alumbrara; dádivas de la nunca previsible constancia de los meses mi sien tocaran con sus manos húmedas. Toda mi piel gozó tu piel un día, toda mi noche se encendió en tu púdica palabra sin futuro. Sé que un agua de juncias densa y clara se me oculta y me llama y no sé si de mi sed se burla o, para ser, mis labios busca. Compararte pudiera a los oasis -no a la nube inconstante, no a la luna mudable-, pero sólo oigo mis pasos, no de tus palmas la envolvente música.
Pocas cosas
Pocas cosas más claras me ha ofrecido la vida que esta maravillosa libertad de quererte. Ser libre en este amor más allá de la herida que la aurora me abrió, que no cierra la muerte. Porque mi amor no tiene ni horas ni medida, sino una larga espera para reconocerte sino una larga noche para volver a verte, sino un dulce cansancio por la senda escondida. No tengo sino labios para decir tu nombre; no tengo sino venas para que tu latido pueda medir el tiempo sin soledad un día. Y así voy aceptando mi destino, el de un hombre que sabe sonreírle al rayo que lo ha herido y que en la tierra espera que vuelva su alegría. Ángela, que está cerca de ser abuela, nos acercó a unpoeta granadino, Joaquín Perez Azaustre, de quien leímos un fragmento de una obra suya. Fragmento que nos condicionó y nos hizo pensar
en una yuxtaposición de ideas y palabras, todo casi de una inconexión sideral.
Buscando, encontré textos de este poeta y lo que encuentro no es, de ninguna manera,
una montaña de palabras, sino que son poemas vivos y sensibles
Estampa
del exilio
Tu
puente de agua blanca va y se extiende
más allá del país de los naufragios. El faro verde de estribor te avisa, vas nadando con fe hasta la baranda. Te extrañas. Nadie sale a recibirte. Estás aquí, en un barco de vidrio silencioso y descubres de pronto nuestra fiesta de huérfanos que sueñan con el mar. De "Una interpretación" 2001 Ediciones Rialp S.A.
Litoral
Estás
quieta dentro del paisaje.
El rastro del azul en la legión de puntas esparcidas. La espalda como un río encuentra la belleza en su estar dentro, un sigilo que se afina, que expone y que acompaña a la escalera; ve a él, saborea en él lo grueso de este labio sobre labio. De "Delta" 2004 Visor Libros- Colección de poesía
Finalmente,
Carlos Santos, nuestro pintor poeta nos sorprendió con unos
versos
que fue escribiendo mientras hablábamos de poemas, y otros
temas maravillosos.
I
Estás
en mi color
Tumbo
el mundo para reirte
escribiré
para recordarte
miol
vueltas a un Angel
mira
un cofre en un ojo
voy
a cenar en una copia familiar.
II
Primera
vez que oigo una cartilla
La
noche es un mensaje
la
sombra un mundo
una
ribera.
No
se dice donde vive lo diverso.
|
Nuestro
encuentro nos dejó, también otras inquietudes, como lo es el
próximo aniversario de nuestro Macondo.
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