Rosalía Ajamil
Punto de encuentro entre gentes que tenemos amor a la poesía. Somos hombres y mujeres (y viceversa) con saberes, gustos, edades, orígenes y, sin duda, destinos diversos. Aquí están nuestras palabras, nuestros sueños, nuestras alegrías, nuestros intereses, nuestras dudas y nuestras certezas.
lunes, 30 de mayo de 2022
Cita y aviso
Nuestro Macondo, viernes 27 de Mayo de 2022
Muy buenas tardes mis queridos Diversos. El camino del Macondo está señalizado y con versos en su meta. Allá vamos. Los viernes a las seis de la tarde los besos y los versos se dan cita en nuestro lugar.
Una tarde más pero distinta. Aquel Macondo añorado, literario, de el que Gabriel diría: ¡Este es mi Macondo, allí he vuelto!
Hoy Rosalía, María Placeres, Antonio y yo abriendo camino. Aquí estuvimos, aquí estamos y aquí estaremos mientras el Macondo siga siendo fuente de inspiración, la poesía sea poesía y nosotros sigamos siendo el alimento de mil y un sueños.
Y así comenzamos la tarde…
Sabéis qué son
Sabéis qué son
las llamaradas del ruido
los torrentes desbocados del ruido
las tormentas infernales del ruido?
Sabéis qué es
el silencio de las gotas del rocío en la mañana
sabéis qué es
el aullido del lobo en el silencio de la noche
lo sabéis?
Sabéis cómo son todos esos sonidos
esas dulces y tremendas melodías
lo sabéis…?
Es entonces
cuando sé que no sabéis lo que se siente
en medio de la tormenta
que no se calma
en medio del temporal
que no afloja
en medio del huracán
que no amaina
en medio de los mil sables
de cientos de batallas
con sus gritos y lamentos
en medio del ansiado sueño
que te alivie.
No sabéis lo que es saber
lo eternos que son los lamentos de la vida
que no tienen fin
y saber que el único fin es aquel
que al fin
los dormirá para siempre.
Francisco E. Vila, 22-5-22 (13:09)
sábado, 21 de mayo de 2022
Nuestro Macondo, viernes 20 de mayo de 2022
Ángeles
La inmensa soledad de un Macondo lleno. La inmensa tristeza de la sincera respuesta del silencio a la amistad de las letras. Allá en la cueva, al fondo, Odiseo espera solo, solamente que Polifemo convertido en tiempo se duerma y poder clavarle un afilado verso en su único ojo. Atravesarle el ojo, que el tiempo se ciegue y así poder huir, escapar, olvidar que sus compañeros convertidos en sueños, ilusiones, fantasías se han diluido en gotas de lluvia bajo el ardiente sol del tempranero mayo que huye, se olvida mar adentro en busca de la ansiada Ítaca y poder abrazar a su Penélope.
El silencio
El silencio de una tarde
donde lo único que se oye
son risas
conversaciones
música, la radio
el chocar de las tazas de café
el silencio de la música en la radio
el sonido de las cucharillas al caerse
el silencio del silencio
silencio
y después… Francisco E. Vila, 20-5-22
lunes, 16 de mayo de 2022
Nuestro Macondo, viernes 13 de mayo de 2022
Por los senderos de la vida hacia el Macondo, allí constatamos lo olvidados que nos tienen y al fin nos encontramos D. Antonio y yo, como náufragos dos leyendas de la vida, sobre todo de la vida de él, una enciclopedia de saber y conocimiento. En la plaza mayor del Macondo de Gabriel GM, ya hablando en confianza, en una esquina ajena a la de siempre contamos y recordamos los pasos que da la vida, sobre todo la de él que abarca una vuelta completa a la tierra y a uno o dos planetas más, y yo intentando acompañarlo en el viaje que nos convierta en leyenda. Y como hablamos tanto no tuve tiempo de leer algo mío ni de crear una instantánea, por lo tanto, me invento una foto, os paso uno de mis poemas duros y así me desahogo de esta vida que intentamos disfrutar. Ah y no olvidaros ¡Hasta el próximo viernes a las seis de la tarde en la mesa del fondo del MACONDO!
¡Maldita sea!
¡Maldita sea!
Crujió el roble
sobre el bosque
al primer aliento
de la tierra.
¡Maldita sea!
Gritó el roble
aferrando sus raíces
a la tierra.
¡Maldita sea!
¿¡No lo entiendes, Madre!?
No soy yo
el que destroza tus laderas
No soy yo
el que arrasa las praderas.
No soy yo
el que ahonda en tus entrañas
retorciendo tus paredes
destrozando tus abismos
agostando el mar que te refresca.
No soy yo
porque unido a ti estoy
porque formo parte de tu piel
porque me das la vida
y yo la vida
también se la doy
a él.
No soy yo, Madre
no soy yo.
No es el mar embravecido.
No es el río desbordado.
No es la lluvia torrencial
ni el calor
ni el frío.
Sabes quién es, Madre
lo sabes y te duele
le has dado todo
todo
que es lo único que tiene
y aún así
lo desprecia
lo destruye
y no huye
y eso es lo más extraño
pues él
sólo a ti
te tiene.
Sólo a ti te tenemos, Madre
y solos aquí nos quedaremos
esperando tu perdón
y el perdón del tiempo.
que nos quede. Francisco E. Vila, 2018
lunes, 9 de mayo de 2022
Nuestro Macondo, viernes 6 de Mayo de 2022
Muy buenas noches mis queridos Diversos. Llegan lágrimas y sueños desde el Macondo. Y nuestro Paco nos las retrasmite. Escúchenlas y sueñen.
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Francisco E. Vila
sábado, 7 de mayo de 2022
Nuestro Macondo, viernes 29 de abril de 2022
Buenas tardes mis queridos Diversos, otro viernes de versos compartidos.
Otro viernes más en “la mesa del fondo”. Otro viernes más alimentándonos con “el fruto del diablo” (Makonde). Esta vez MariCarmen, D. Antonio y el que esto escribe, esperando que “el resto” se anime y regrese a este lugar donde la realidad y los sueños se dan la mano.
Este viernes como si formáramos parte de uno de los relatos de García Márquez recorrimos el mundo de país en país con las historias que ninguna novela podría relatar y todo ello de la mano de nuestro “principal narrador”. Tarde fantástica, animada, deseando que se repita y como yo no podré estar el próximo viernes pues estoy invitado a un acontecimiento cancelado por la pandemia y ahora calculo que “ansiosamente” retomado por “los invitantes” familiares que al fin lograrán casarse ese día. Y por todo ello soy yo ahora el que os animo a la cita del viernes y que nadie me eche en falta. Y como había prometido he aquí las estrofas que completan el poema del viernes pasado.
Cuando tú te vas
Cada vez que llego
tú te vas
siempre…
Me ves a lo lejos
no quieres hablarme
te vas
y mis lágrimas oscurecen la noche
cuando te alejas.
Deseo tanto, tanto
estar junto a ti
aunque sólo sea un instante.
Sólo las nubes abrigan mi llanto
y el aullido del lobo
en la montaña
se convierte en mi voz
me anuncia, te llama.
Me castiga tu silencio
tu huida
y sé que nunca, nunca estaremos juntos
aún así nos necesitamos
somos uno en el Universo
se que siempre nos cantarán los poetas
ellos dirán de nosotros: ¡El Sol ya se ha ido
que sola queda la Luna
con su silencio
y sus lágrimas plagadas de estrellas!
¡Y las olas
en la mar serena
reflejarán su llanto
en la playa
al besar la arena!
¡Y esconderá el rio
su brillo de estrellas
sobre sus aguas tranquilas
mientras se vadean!.
No llores Luna, no llores
que aunque el adiós sea breve
antes de marcharse
el Sol te dirá en un susurro:
¡Duerme Amor mío, duerme
que yo mientras tanto
despertaré e iluminaré a la vida
para que pueda soñar
cuando tú regreses!
Francisco E. Vila