Sábado
21 de Marzo de 2015
Día
de la Poesía
Equinoccio
de Primavera Boreal
Día
fresco, como corresponde al primer día de una primavera que se
inicia con nubes, como si, después del eclipse, las sombras
insistieran en quedarse. Pero no. No se quedarán. Brilló el sol
-solo un momento- pero fue bastante para alegrarnos el alma y los
huesos.
Ángeles
nos trajo una frase de la película "Gringo Viejo",
realizada sobre la novela de Carlos Fuentes
"Gringo
viejo es
una novela del
escritor mexicano Carlos
Fuentes,
publicada en 1985.
Cuenta la historia de un escritor y columnista estadounidense que lo
abandona todo para cruzar la frontera mexicana con el propósito de
unirse a las tropas de Francisco
Villa.
Basada en la historia real del periodista y escritor Ambrose
Bierce, Gringo
viejo fue
la novela que lanzó a Fuentes a la fama, y se convirtió en el
primer best
seller de
un autor mexicano en la ciudad de Nueva
York.
.
La
película contó con la actuación de Jane Fonda y Gregory Peck entre
otros artistas."
De esa película, rescató este breve diálogo:
-Gringo,
¿y a vos como te gustan mujeres
-que
suspiren.
Y
llegó la poesía de la mano de Carlos Bousoño, poeta asturiano de
quien leímos sus:
Divagación
en la ciudad
Quisiera
hablar tranquilamente. Ha llegado el momento
de la serenidad, en que es posible
hablar, decir algo recóndito y oscuro
como en la niebla o en la soledad o en la sombra. un susurro
en la voz basta a veces,
a veces en la penumbra de una palabra basta,
a veces escuchamos un sonido
crujir, un paso remoto que se aleja
vacilando en el bosque. Un buque parte a veces y en las aguas
algo creemos ver, insólito, es un brillo
que algo nos dice, un más allá, una dicha
veloz que repentinamente se extingue. No sé, una burbuja
que acaso significa, como si viniera a nosotros
respirada por alguien, detrás de la tiniebla.
Así hablaría en el cansancio. Pero esta tarde
he creído ver algo. Yo recuerdo
de niño, he pasado de niño muchas veces
horas y horas contemplando una piedra,
y siempre yo veía cosas nuevas en ella,
montañas diminutas, enormes valles desolados,
y al mirar esperaba.
de la serenidad, en que es posible
hablar, decir algo recóndito y oscuro
como en la niebla o en la soledad o en la sombra. un susurro
en la voz basta a veces,
a veces en la penumbra de una palabra basta,
a veces escuchamos un sonido
crujir, un paso remoto que se aleja
vacilando en el bosque. Un buque parte a veces y en las aguas
algo creemos ver, insólito, es un brillo
que algo nos dice, un más allá, una dicha
veloz que repentinamente se extingue. No sé, una burbuja
que acaso significa, como si viniera a nosotros
respirada por alguien, detrás de la tiniebla.
Así hablaría en el cansancio. Pero esta tarde
he creído ver algo. Yo recuerdo
de niño, he pasado de niño muchas veces
horas y horas contemplando una piedra,
y siempre yo veía cosas nuevas en ella,
montañas diminutas, enormes valles desolados,
y al mirar esperaba.
Esperaba
el milagro.
Ya lo sabéis. ¡Qué cosa!
Esperaba el milagro, estaba un poco tonto, un poco alegre,
un poco esperanzado,
lo mismo, sí, que ahora.
Ya lo sabéis. ¡Qué cosa!
Esperaba el milagro, estaba un poco tonto, un poco alegre,
un poco esperanzado,
lo mismo, sí, que ahora.
Pasan
gentes veloces por la calle,
una calle cualquiera, no lo dudo, una calle
en donde nada ocurre. ¿Qué esperar, por qué miro?
Pasan gentes alegres,
a veces con sombreros de colores,
a veces con sombreros de otras cosas,
quizás penas, espinas.
Pero pasan alegras,
con enormes sombreros de alegría,
vestidos con vestidos, con traje de payaso, con caraas de azucena,
con cara menestrales o ya menesterosas de suspiros,
porque a veces
es difícil andar con tanta gente,
tantas palomas sucias, tantos ríos
que van al mar. Difícil, lo comprendo.
Siempre lo he dicho así. No sé qué pasa,
no sé que ocurre en mí ni por qué hablo
de todas estas cosas.
De pronto estoy más serio, casi triste,
casi necesitado de acariciar a un perro, a una persona,
a un burrito peludo, a un titerero.
Ya veis a qué conduce el estar triste
en una tarde rosa, en la calle
cualquiera, un cualquier día.
Empieza uno a pensar
así, como si fuese
todo importante y fiel, y solidario
con la necesidad de no ahogarse
en un vaso de vino o de amargura.
De ser siempre en el mundo,
de decir su quimera a cualquier hombre,
de gritar a los astros que hay aquí, sí, en la tierra,
hombres que valen un imperio,
imperios que hacen agua,
agua que no se bebe porque está prohibido,
y que es bonito
salir a una terraza cualquier día
y gritar a los astros que el mundo está bien hecho, y que he bebido.
una calle cualquiera, no lo dudo, una calle
en donde nada ocurre. ¿Qué esperar, por qué miro?
Pasan gentes alegres,
a veces con sombreros de colores,
a veces con sombreros de otras cosas,
quizás penas, espinas.
Pero pasan alegras,
con enormes sombreros de alegría,
vestidos con vestidos, con traje de payaso, con caraas de azucena,
con cara menestrales o ya menesterosas de suspiros,
porque a veces
es difícil andar con tanta gente,
tantas palomas sucias, tantos ríos
que van al mar. Difícil, lo comprendo.
Siempre lo he dicho así. No sé qué pasa,
no sé que ocurre en mí ni por qué hablo
de todas estas cosas.
De pronto estoy más serio, casi triste,
casi necesitado de acariciar a un perro, a una persona,
a un burrito peludo, a un titerero.
Ya veis a qué conduce el estar triste
en una tarde rosa, en la calle
cualquiera, un cualquier día.
Empieza uno a pensar
así, como si fuese
todo importante y fiel, y solidario
con la necesidad de no ahogarse
en un vaso de vino o de amargura.
De ser siempre en el mundo,
de decir su quimera a cualquier hombre,
de gritar a los astros que hay aquí, sí, en la tierra,
hombres que valen un imperio,
imperios que hacen agua,
agua que no se bebe porque está prohibido,
y que es bonito
salir a una terraza cualquier día
y gritar a los astros que el mundo está bien hecho, y que he bebido.
De
(Oda a la ceniza) 1967
y
Pero
cómo decírtelo si eres...
Pero
cómo decírtelo si eres
tan leve y silenciosa
como una flor. Cómo te lo diré
cuando eres agua,
cuando eres fuente, manantial, sonrisa,
espiga, viento,
cuando eres aire, amor.
tan leve y silenciosa
como una flor. Cómo te lo diré
cuando eres agua,
cuando eres fuente, manantial, sonrisa,
espiga, viento,
cuando eres aire, amor.
Cómo
te lo diré,
a ti, joven relámpago,
temprana luz, aurora,
que has de morirte un día
como quien no es así.
a ti, joven relámpago,
temprana luz, aurora,
que has de morirte un día
como quien no es así.
Tu
forma eterna,
como la luz y el mar, exige acaso
la majestad durable
de la materia. Hermosa
como la permanencia del océano
frente al atardecer, es más efímera
tu carne que una flor. Pero si eres
comparable a la luz, eres la luz,
la luz que hablase,
que dijese "te quiero",
que durmiese en mis brazos,
y que tuviese sed, ojos, cansancio
y una infinita gana
de llorar, cuando miras
en el jardín las rosas
nacer, una vez más.
como la luz y el mar, exige acaso
la majestad durable
de la materia. Hermosa
como la permanencia del océano
frente al atardecer, es más efímera
tu carne que una flor. Pero si eres
comparable a la luz, eres la luz,
la luz que hablase,
que dijese "te quiero",
que durmiese en mis brazos,
y que tuviese sed, ojos, cansancio
y una infinita gana
de llorar, cuando miras
en el jardín las rosas
nacer, una vez más.
Quiero
intercalar un poema de Miguel Ángel Cabezas que había quedado
adormecido entre papeles amigos
Hoy
Salpícame
de espumas en las mañanas.
Que
mis ojos solo quieran verte a ti
en
el horizonte de mis días.
Quiero
saber a tu sal
y
vestirme con tu calor.
Y
en cada minuto
dejar
sesenta segundos para amarte.
De
orillas lejanas, Ángeles nos trajo a Cati Castaño (Buenos Aires
1946)
Exilio
El
miedo se fue con el extraño
que
abandonó la casa
probablemente
nos quedemos
o
nos vayamos también nosotros
no
tiene importancia
las
habitaciones y sus referentes
no
nos hacen sentir ajenos
sin
llaves ni candados
para
el corazón puesto en camino
somos
estoy mucho más
aquellos
que se fueron y los que aguardan
vamos
dispersos con algunas pertenencias
abandonamos
el candor
para
sobrellevar noches y mañanas
nadie
debe pensar
cómo
pedí perdón
el
alma se resiste a ser escarcha
es
uno de los mejores
gestos de nuestra vida
como
los animales partimos
huyendo
de la combustión.
Bailando
en el Savoy
Dicen
que al morir
se
desprende un halo
dicen
que te lleva
como
nube y te arrastra
por
la mesa o el tren
que
no se hace esperar
y
te sacude por la casa
a
la hora de contar
los
nudillos de los dedos
algo
afuera da señales
y
muestra qué te pasa
ya
en la zona lindera con la nada
es
preciso poner el espinazo
y
verás, hay quien baila
cuando
la banda suena.
Hace
tanto que no llueve
Por la canilla una gota
calcula el gramo entre la boca del grifo
y el piso de la cocina.
Se asoma, templa el ánimo y advierte
el paso siguiente
como quien tiende su vista por un desierto.
La gota aprieta su tamaño y se estira
al modo de una pera
hasta quedar prendida de un gesto mínimo
de gota. Por momentos
suspende toda pregtención y se reabsorbe
en su propio cuerpo.
No se trata de sostener
un orden y que la gota caiga.
La gota encara el descenso
y el tiempo depende
de su buen dominio para cumplir
un destino. Hay cosas que reclaman exhibirse
pero todo acabará sobre el mosaico
cuando la caída haya hecho
su propia demostración.
Mundo Express
La imaginación es
la construcción de una casa
bajo resistencia
es un túnel desde la i a la n
cuando la noche enciende una cama
y se hacen apuestas hasta naufragar
en la copa medio llena
cae toda certeza
frente al espectáculo
del propio cuerpo y del vino
no siempre asiste Dios
si el alma se queda con poco aliento
habrá que gatear a unos palmos
del suelo para saber hasta donde
es posible llegar
muy sórdido resulta ser
el mundo del encanto.
Todos los poemas están publicado en su libro "Hay quien baila cuando la banda suena", editado en Buenos Aires por Ediciones El Mono Armado en 2008.
Ángeles nos regaló "La letra A" un poema en el que la letra pone sentimientos a lo que nombra. Aún a lo que podría resultar insustancial
Soy la letra a
Hola
muy buenas
quiero
presentarme
soy
la letra A.
La
a de abrazar amigos,
me
encanta esa parte de mi
cuando
el latido de un corazón ajeno
forma
parte de mi anatomía.
Pero
también, y lo digo bajito,
soy
la a de amilanarse ante los problemas
cuando
lo único que quiero
es
dormir y que desaparezcan
esa
también soy yo.
La
a de amar
aunque
lo amado no lo merezca,
por
el mero hecho de hacerlo
y
engrandecerse con ello.
La
a de acobardarse
ante
una lluvia de truenos problemáticos
cuando
sabemos a ciencia cierta
que
también van a pasar
y
que saldrá de nuevo el sol.
La
a de árbol, Antananarivo,
Aleluya,
acabar, Ángeles.
Abril,
aries, ay!!!!
La
a de alivio
cuando
suena la música.
Carlos, el de las búsquedas, nos acercó el poema que leyó Nelson Mandela en el acto de su asunción como Presidente de la República Sudafricana
Poema de Marianne Williamson leído por Nelson Mandela
"Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente poderosos. Es nuestra luz, y no nuestra oscuridad la que nos atemoriza. Nos preguntamos: "¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?" En realidad, ¿quién eres para no serlo? Infravalorándote no ayudas al mundo. No hay nada de instructivo en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras cerca de tí. Esta grandeza de espíritu no se encuentra sólo en algunos de nosotros; está en todos. Y al permitir que brille nuestra propia luz, de forma tácita estamos dando a los demás permiso para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, automáticamente nuestra presencia libera a otros."
![]() |
El Café de Macondo - A Coruña - España |
Casi como gesto ceremonial, casi como una manifestación de nuestro "ser poetas", escribimos en unos trocitos de papel uno o varios versos que habrían de conformar, por la vía del azar primeramente, nuestro sentir en este día de la poesía
1) La historia empezó con una lágrima y terminó con una risa |
2)
Que
nada pueda oscurecer tu brillo
|
3) Como muchas veces los poemas pasean por la calle |
4) El sol de la mañana me saluda alegre al despertar y me inspira la ilusión de vivir cada hora del día |
5) Y letra de persona cósmicamente iluminada |
6) Hoy llegó la poesía para llenarnos de primavera |
7) Tu día gris píntalo de colores |
8) Es -como dijo- letra de gente iluminada y de repente brilló |
9) Mas allá de los cristales la vida pasa |
10) Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. |
11) que la pena no impida ver tu luz... toda |
Como
acto de creación, alejado de las leyes del azar, surgieron estas
dos posibilidades de lectura:
6,
4, 2, 5, 10, 3, 8, 9, 7, 11, 1
y
9,
1, 7, 4, 8, 2, 10, 11, 1, 3, 5
Y
tú, lector que llegas hasta estas orillas, tienes la posibilidad de
hacer con esos trocitos tu propia versión del poema.
Casi
como si hiciéramos un homenaje a Julio Cortázar y a su "Rayuela".
Hay,
parafraseándolo, "11 Poema para armar ".
Y
para el próximo sábado, nos agradaría contar con una poeta
mística, de las mejores voces de la lírica castellana. "Sor
Juana Inés de la Cruz"