AMANECIDA de
Claudio Rodríguez
Dentro
de poco saldrá el sol. El viento,
aún
con su fresca suavidad nocturna,
lava
y aclara el sueño y da viveza,
incertidumbre
a los sentidos. Nubes
de
pardo ceniciento, azul turquesa,
por
un momento traen quietud, levantan
la
vida y engrandecen su pequeña
luz.
Luz que pide, tenue y tierna, pero
venturosa,
porque ama. Casi a medio
camino
entre la noche y la mañana,
cuando
todo me acoge, cuando hasta
mi
corazón me es muy amigo, ¿cómo
puedo
dudar, no bendecir el alba
si
aún en mi cuerpo hay juventud y hay
en
mis labios amor?
Claudio Rodriguez- foto ajena |
Muy
buenos días queridos Diversos, en una gris mañana de sábado nos
reunimos bajo la dulce y atenta mirada de García Márquez.
Leímos
algunos poemas de un pintor sevillano, Fernando Parrilla, sus poemas,
nunca fáciles de leer, nos recordaron su actividad plástica.
Después compartimos mañana con los versos de Pablo Neruda, fue un
verdadero placer escucharlos en la voz de Carlos, "Puedo
escribir los versos más tristes esta noche" "Te recuerdo
como eras en mi último otoño" "Ebrio de trementina y
grandes besos" " Para tu libertad tengo mis alas".
Y finalizamos nuestra lectura poética con un poema de Rosalía de
Castro dedicado a San Antonio ("sempre é bon ter un home
para un remedio"), que magníficamente leído por Concha nos
hizo sonreír.
Recordad
la fecha de la presentación del libro de Concha, 25 de septiembre a
las 20:30 en Portas Ártabras.
Y
quedamos convocados para el sábado 21 de septiembre en la mesa del
fondo del café de Macondo. Carlos nos propuso leer poemas del
salvadoreño Roque Dalton, pero de camino a casa le pareció que
también, y cito sus palabras, podríamos abrir la puerta a Don Jorge
Luis Borges, así que los versos de ambos vivan en nuestros días y
nos hagan ser felices. Ya los compartimos el siguiente sábado.
Que
las horas de la semana se hagan propicias para los besos y los
versos.
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