Besos y versos.
Desde Macondo
Otra tarde más, otro viernes el silencio rodeado de risas y comentarios y música, si música que anima el ambiente. Pero allá, allá lejos en la mesa del fondo a dos pasos de la aldea de Gabriel, el silencio reina.
Y ahora de repente “ya no reina” y no es crítica regia, es que han aparecido al fin “dos náufragos” de la mar inmensa: Fernanda y Alfonso, como Dulcinea y D. Quijote. Ya somos tres, ellos dos y yo, que sólo soy “el cronista temporal” de este rincón añorado y casi abandonado por culpa del tiempo, la pandemia y las circunstancias, que añora el regreso de Ángeles y no celestiales precisamente y sueña con el día en que cambien “los tiempos” y regresen aquellos, aquellos sábados intensos.
Y para despedirme después de haber disfrutado intensamente de la reunión, unos pocos versos de un poeta escocés de Banff (Escocia), que también añora algo por lo que se ve, ya me diréis.
Volveréis tiempos perdidos
volveréis a llenar instantes que se fueron
volveréis a recuperar la vida
y yo tal vez ya me habré ido
perdido
en los confines del tiempo.
Fergus McRoig (1.870)
No hay comentarios:
Publicar un comentario