domingo, 10 de abril de 2022

Nuestro Macondo, Sábado 9 de Abril de 2022

 Muy buenos días mis queridos Diversos. Desde este espectacular día de primavera sentimos los rayos de sol y los versos que nos vienen del sur, con olor a azahar y recuerdos variados. Gracias a Miguel Ángel, que desde allí lo sentimos aquí compartiendo versos. 

A disfrutar del sol.
Besos y versos
Ángeles

JEREZ EN ABRIL 

En este mes de abril, casi pisando fechas de la Semana Santa, el sur se impregna de Sur, y la sangre se altera en devociones, en fino, en bulerías y en todo lo que el sol anima en el Sur. En esta primavera que se forma y conforma entre lluvias de aguas y letras, entre guerra y cosas poco amables, que todo está en buscar donde comienza el verso-
Y se cuaja así este mosaico de poemas que conforman la crónica de hoy: 

    Comienza David Guerrero con ESCRIBIR

 Escribir es deberle 
la verdad a mi madre cuando hablo por teléfono 
y me pregunta como van las cosas, 
y luego le aseguro 
que la cuenta corriente no está a cero, 
que hay un trabajo cerca, 
y temo que la mueca del engaño 
se asome al otro lado de la línea. 
Escribir es deberle un gesto a mi pareja 
cuando me toca el hombro 
y yo, ensimismado 
de versos y más versos, 
 me excuso en que sopeso dónde echar el curriculum, 
que pienso en el examen de las oposiciones, 
la cena de esa noche, 
aunque esté construyendo en mi cabeza 
un edificio torpe de acentos, escondiéndole 
que habito en un mundo de hemistiquios, que vivo
contando silabas. (..) 

Seguimos buscando por las páginas de la ya extinguida revista CAL, poetas y poemas para hacer el mosaico.
 seguimos con Isabel de Sá, con LA MENTIRA

Al recibir la noticia 
primero sentí la cabeza vacía, 
una especie de lodo 
envolviéndome el cerebro. 
Después pensé en la traición 
de la vida. Miré alrededor; 
la casa en orden, el silencio 
y las fotografías. Detrás vinieron 
los gestos cotidianos, 
me lavé la cara y el agua 
caliente me dio la impresión 
de "curarme de la mentira
de un amor que se acaba". 
La noche fue difícil, 
incluso creí que no dormiría. 
Pero no, llegó el día
 y como de costumbre tenía 
hambre, me preparé 
para vivir, aunque 
con la sensación de que algo 
se había roto dentro de mí. 
No me morí y me di cuenta 
de que seguía lloviendo. 

Del poeta Ricardo Venegas, TAÑIDO DE SILENCIO 

¿Cuánto dura la vida? 
He visto la caída de una gota 
disipada en el suelo; 
efímera, 
más que la hormiga que merodea mis pasos. 
Vengo también de un cielo espeso. 
Como gota vigía que se esfuma 
me detengo a esperar ese momento. 

Seguimos con Miguel Veirat , MUDO COMO EL CISNE

I.- 
Cuando el grito de un poema se da en el lugar 
de la noche del mundo, 
sabe que debe tomar la oblicua vía - voz íntima 
de oculto animal. A la muerte le 
retumba el canto en un espacio cercado puerta
 ignota que vincula con el cisne 
a lo que creyó su patria, voz humana, lenguaje 
experiencia pura y muda -sólo 
para morir estrellado en los espejos del quicio. 
Allá arriba, huir huir sobre aquellas 
procelosas nubes del verbo, beber del arco iris, 
lanzar la flecha, perforar sí, 
el silencio que a la caza -al fin daría alcance. 

II.- 
Mudo como un cisne, traspaso ya el oscuro 
pasaje del peligro en la voz sola 
hundida en aliento o el murmullo, balbuceo 
grito sonido puro. Ayúdame en 
la noche de mi cuerpo, no me separes de mi 
propia ausencia. Aléjame ya del 
silencio y dame lo innombrable en el llanto 
risa aullido, que quiero cantar al 
más allá de todo límite -tiempo sin tiempo. 

Y acabo la crónica con uno de mis últimos poemas, sin título como casi siempre. 

En esa línea delgada, delgada, delgada, 
que la vida nos pone muchas veces, 
y que sí o sí tenemos que seguir, 
se amontonan los días traviesos, 
los que hemos querido pasar de espaldas. 
En esa línea donde el sol 
juega al escondite, 
porque él tampoco querría venir. 
Pero ahí está. 
Y en esos momentos que se hacen con fe 
y café en la cocina, 
también asoman versos, 
y sueños e ilusiones. 
En esa línea delgada, delgada, delgada, 
aunque no te lo creas, 
también estás tú. 

Y se remata así este mosaico un poco distraído de poemas, entre los jardines de la Alameda Vieja, a los pies del Alcázar jerezano, con naranjos en flor y olor de azahar, con todo lo que los versos ponen siempre en el papel y dejan posar en el alma.




Felices Pascuas y desde luego feliz primavera de versos y besos.

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