lunes, 22 de noviembre de 2021

Nuestro Macondo, sábado 20 de Noviembre de 2021

Muy buenos días mis queridos Diversos. Hoy toca crónica de un gallego retornado de allende los mares, nuestro querido Carlos Lesta, que forma parte de esa gente tan necesaria de la que habla Hamlet Lima Quintana en su poema. De vez en cuando nos damos cuenta de lo importante que es la poesía y las personas que nos hacen compartirla. Gracias a Carlos por abrir sus libros y enseñarnos los versos elegidos.
Que el otoño nos acaricie entre tonos ocres con miles de besos y versos.

Ángeles, 



Muy buenas tardes

Salimos al sol, aún y con más razón en estos días otoñales en que las horas de luz se encogen a ojos vista. Y salimos a encontrarnos otra vez con los amigos, otra vez con los espacios aunque como resaca que habrá de acompañarnos, llevamos todavía las mascarillas.

Como no hay mal que dure cien años, la certeza de la primavera nos hace brillar los ojos, y aún sabiéndola lejana, alegra el alma.

Estamos en la estación de los frutos, de los colores dorados, ocres y rojizos, tiempo de encuentros para disfrutar del sol que entibia las tardes que se hacen noche cada día más temprano.

Vaya desde aquí un cordial saludo a los contertulios que desde el ciberespacio nos leen, nos alientan, nos confirman lo acertado de este espacio.

Y como la cosa “Maconiana” va de poesía, va esta selección de poemas que encontré en libros, en páginas reales en la pantalla de un televisor y que comparto con todos ustedes


SONETO

Necesito de la música que pueda flotar

Sobre las inquietas puntas de mis dedos,

Sobre mis amargos y manchados, temblorosos labios,

Con melodía profunda, clara y lentamente líquida.

Oh, el curativo balanceo, viejo y humilde,

De alguna canción que sonó para el descanso del alma agotada,

Una canción que se derrama, como agua fría, sobre la cabeza

¡Y sobre estremecidos miembros, los sueños salen a caminar!



Hay algo mágico creado por la melodía:

Un hechizo de tranquilidad, una quieta respiración

Y un corazón fresco que se sumerge atravesando colores marchitos

Hacia la honda, sumergida tranquilidad marina,

Y que flota siempre en un charco, verdoso por la luna,

Alzado en brazos por el sueño y el ritmo.

Elizabeth Bishop



CUANDO LA LUNA ES DE MELÓN...

Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana

Y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada

Por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría

Y la nieve del paño y arde una bujía de cera

Tal que en la niñez, mariposas zumban

La calma, que no oye mi palabra, retumba

Entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto

Y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera...

La soledad en sus redes me hizo prisionera

El gato negro el alma me mira, como ojos centenarios

Y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.

Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche.

(Versión de María Teresa León)ç

Anna Ajmatova



¡TODO ERA AMOR!

¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!

Oliverio Girondo


GENTE


Hay gente que con sólo decir una palabra

enciende la ilusión y los rosales:

que con sólo sonreír entre los ojos

nos invita a viajar por otras zonas,

nos hace recorrer toda la magia.


Hay gente que con sólo dar la mano

rompe la soledad, pone la mesa,

sirve el puchero, coloca guirnaldas;

que con sólo empuñar una guitarra

hace una sinfonía de entre casa.


Hay gente que con sólo abrir la boca

llega hasta los límites del alma,

alimenta una flor, inventa sueños,

hace cantar el vino en las tinajas

y se queda después como si nada

y uno se va de novio con la vida

desterrando una muerte solitaria

pues sabe que a la vuelta de la esquina

hay gente que es así, tan necesaria.

Hamlet Lima Quintana


Va con estos versos encontrados, el deseo del pronto encuentro en el rincón que Don Gabo tan silenciosa y sonrientemente vigila y custodia.

Un fuerte abrazo de este gallego con aires pampeanos.

Carlos Rico Lesta

en A Coruña, 2021 11 20


1 comentario:

  1. Buen rencuentro con los propios, buenas poesías, y buen momento de lectura para una primavera que anticipa un tórrido verano. Saludos

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