Siri
Hustvedt
En
el cielo la princesa llora sobre el cuerpo del príncipe ciego. Caen
dos lágrimas dentro de sus ojos y él puede ver. El rescate. Las
lágrimas. Cuéntamelo otra vez. El pelo que cae de la torre. Dejo
descansar el libro sobre tu pecho, en la cama. Siempre te leeré. Te
lo prometo. Te leeré cuentos siempre, a medida que pasen los años.
No te lo dije. Era lo que quería decir. Recuerdo fragmentos de
historias de este libro de mi niñez, el resto está vacío. Los
cisnes que se van volando. La hermana que cose flores en las camisas.
El hermano menor con un ala, un ala de cisne blanco que sobresale por
la camisa inacabada, las plumas tiernas, el flojel, la esposa malvada
por siempre encerrada para que nadie pueda ver su cara nunca,
entonces, ahora, al pasar el tiempo, junta y separada, joven y
madura, enferma y matándose con la bebida en casa. Él guarda
silencio. Ahora recuerdo lo que había olvidado. He olvidado pero
cómo es posible que recuerde que olvido. Los entierros son casi
siempre afuera, ponen a los muertos lejos de nosotros, fuera de la
casa. Son omisiones, espacios en blanco en el paisaje, señalados e
inscritos y llevados dentro como si estuvieran vivos. En el vacío,
en el día vacío, hay cosas que se van y que vuelven sólo cuando
podemos soportar el recuerdo. La cruz del santuario está vacía
sobre el mantel violeta de la Cuaresma, la historia después de la
muerte, después de morir, después de morir en la muerte, los que se
mueren y los muertos, muertos, muertos.
Siri
Hustvedt
Muy
buenos días mis queridos Diversos. Ayer la mesa del fondo del café
de Macondo estuvo marcada por idas y venidas, pulseras con versos,
hamacas de colores, versos y cuentos de estadounidense de origen
noruego, emociones, despedidas, llegadas, encuentros, planes,
regalos.......
Comenzamos
con la hamaca, que nos produjo emociones y risas. Y después
dedicamos el resto de la mañana a Siri
Hustvedt, Leímos
varios poemas y dos relatos cortos. Descubrimos una escritura rara un
tanto surrealista pero que nos agradaba y generaba en nosotros
emociones positivas, entonces, ¿qué más se puede pedir?. Resalto
aquí una frase: "El día que me miré en el espejo no sabía
que cuando uno besa es imposible ver nada; ciega la proximidad a
medida que una cara penetra la otra". Es interesante descubrir
esta autora a la que recientemente le dieron el premio Princesa de
Asturias de las Letras
Y
tertuliamos sobre la vida, la vejez, la muerte, y quedamos citados
para el próximo sábado, que será 8 de junio, con los versos
de Gloria Gervitz, a la que le dieron el premio
Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.
Que
estos días largos de luz se llenen de besos y versos.
Ángeles
Hace
un tiempo Carlos Santos trajo a nuestra tertulia los poemas del autor
colombiano Óscar Delgado
, y en unos de sus poemas leímos
los versos
De
extremo a extremo
de
la mañana
el
trópico
cuelga
sus
hamacas de colores.
Y
a raíz de estos versos,
Gracias Carlos
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