domingo, 23 de junio de 2019

Nuestro Macondo 1 de Junio de 2019


Siri Hustvedt  



En el cielo la princesa llora sobre el cuerpo del príncipe ciego. Caen dos lágrimas dentro de sus ojos y él puede ver. El rescate. Las lágrimas. Cuéntamelo otra vez. El pelo que cae de la torre. Dejo descansar el libro sobre tu pecho, en la cama. Siempre te leeré. Te lo prometo. Te leeré cuentos siempre, a medida que pasen los años. No te lo dije. Era lo que quería decir. Recuerdo fragmentos de historias de este libro de mi niñez, el resto está vacío. Los cisnes que se van volando. La hermana que cose flores en las camisas. El hermano menor con un ala, un ala de cisne blanco que sobresale por la camisa inacabada, las plumas tiernas, el flojel, la esposa malvada por siempre encerrada para que nadie pueda ver su cara nunca, entonces, ahora, al pasar el tiempo, junta y separada, joven y madura, enferma y matándose con la bebida en casa. Él guarda silencio. Ahora recuerdo lo que había olvidado. He olvidado pero cómo es posible que recuerde que olvido. Los entierros son casi siempre afuera, ponen a los muertos lejos de nosotros, fuera de la casa. Son omisiones, espacios en blanco en el paisaje, señalados e inscritos y llevados dentro como si estuvieran vivos. En el vacío, en el día vacío, hay cosas que se van y que vuelven sólo cuando podemos soportar el recuerdo. La cruz del santuario está vacía sobre el mantel violeta de la Cuaresma, la historia después de la muerte, después de morir, después de morir en la muerte, los que se mueren y los muertos, muertos, muertos.
Siri Hustvedt






Muy buenos días mis queridos Diversos. Ayer la mesa del fondo del café de Macondo estuvo marcada por idas y venidas, pulseras con versos, hamacas de colores, versos y cuentos de estadounidense de origen noruego, emociones, despedidas, llegadas, encuentros, planes, regalos.......
Comenzamos con la hamaca, que nos produjo emociones y risas. Y después dedicamos el resto de la mañana a Siri Hustvedt, Leímos varios poemas y dos relatos cortos. Descubrimos una escritura rara un tanto surrealista pero que nos agradaba y generaba en nosotros emociones positivas, entonces, ¿qué más se puede pedir?. Resalto aquí una frase: "El día que me miré en el espejo no sabía que cuando uno besa es imposible ver nada; ciega la proximidad a medida que una cara penetra la otra". Es interesante descubrir esta autora a la que recientemente le dieron el premio Princesa de Asturias de las Letras 
Y tertuliamos sobre la vida, la vejez, la muerte, y quedamos citados para el próximo sábado, que será 8 de junio, con los versos  de Gloria Gervitz, a la que le dieron el premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. 
Que estos días largos de luz se llenen de besos y versos.
Ángeles  

Hace un tiempo Carlos Santos trajo a nuestra tertulia los poemas del autor colombiano Óscar Delgado

, y en unos de sus poemas leímos los versos

De extremo a extremo 
de la mañana
el trópico 
cuelga 
sus hamacas de colores.
Y a raíz de estos versos,


Gracias Carlos



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