miércoles, 6 de febrero de 2019

Nuestro Macondo, sábado 19 de Enero de 2019




Muy buenos días de domingo mis queridos Diversos, ayer comenzó nuestra tertulia conversando, que también versando, sobre acordeones, ascensores, pilas, sanidad, geriátricos, bar de copas........... aspectos todos ellos de la vida y de nuestro paso por ella. 
También leímos un poema de Pavese que bien vale una mañana de tertulia, nos quedamos prendados del primer verso. Y además tuvimos la suerte gracias a Yoli de escucharlo en italiano también, fue uno de esos momentos mágicos que la mañana nos regaló.

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi 

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi-
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla

Per tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esa muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, cara esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.


Y como libro recomendado por varios tertulianos El oficio de vivir de Pavese. Otra recomendación de lectura fue "Mademoiselle". Conversaciones con Nadia Boulanger de Bruno Monsaingeon.

Estuvieron presentes versos de García Montero con el poema Cabo Sounión, 


CABO SOUNION

Al pasar de los años, 
¿qué sentiré leyendo estos poemas 
de amor que ahora te escribo? 
Me lo pregunto porque está desnuda 
la historia de mi vida frente a mí, 
en este amanecer de intimidad, 
cuando la luz es inmediata y roja 
y yo soy el que soy 
y las palabras 
conservan el calor del cuerpo que las dice. 

Serán memoria y piel de mi presente 
o sólo humillación, herida intacta. 
Pero al correr del tiempo, 
cuando dolor y dicha se agoten con nosotros, 
quisiera que estos versos derrotados 
tuviesen la emoción 
y la tranquilidad de las ruinas clásicas. 
Que la palabra siempre, sumergida en la hierba, 
despunte con el cuerpo medio roto, 
que el amor, como un friso desgastado, 
conserve dignidad contra el azul del cielo 
y que en el mármol frío de una pasión antigua 
los viajeros románticos afirmen 
el homenaje de su nombre, 
al comprender la suerte tan frágil de vivir, 
los ojos que acertaron a cruzarse 
en la infinita soledad del tiempo. 



Y entramos en debate, discusión, charla sobre los poetas y sus poesías, la separación de la obra y el personaje, la búsqueda de poetas vitalistas y alegres, la angustia del que escribe, lo que nos llevó al final de nuestra mañana quedando emplazados para el sábado que viene con la obra de la austríaca Ingeborg Bachmann.
El 24 de enero a las 19:30 habrá una charla sobre Freud en la Librería Lume.
Que los versos y los besos estén en nuestras vidas siempre.
Ángeles 




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