martes, 19 de junio de 2018

Nuestro Macondo, sábado 16 de junio de 2018


fotografía@mariogorganero) 



¡Escuchen! de Vladimir Mayakovsky

¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que alguien quiere que existan,
quiere decir que alguien escupe esas perlas?

Alguien, esforzándose,
entre nubes de polvo cotidiano,
temiendo llegar tarde,
corre hasta llegar hasta Dios,
y llora,
le besa la mano nudosa,
implora,
exige una estrella,
jura,
no soportará un cielo sin estrellas,
luego anda inquieto,
pero tranquilo en apariencia,
le dice a alguien:
"¿Ahora estás mejor, verdad?
¿Dime, tienes miedo?"
¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que son necesarias,
quiere decir que es indispensable,
que todas las noches,
sobre cada techo,
se encienda aunque más no sea una estrella?

Publicado en "La revista de los futuristas" en 1913.
Muy buenas tardes mis queridos Diversos, los aires de la mañana de sábado nos llevaron al encuentro de versos de García Montero y de Mayakovski en nuestra mesa del fondo del café de Macondo. 
Del libro A puerta cerrada (libro surgido de un encierro del autor en una crisis personal paralela a la crisis de la sociedad) de García Montero leímos Una tristeza cansada (un ático de paz y un sótano de dudas), Desempleo (respiro el otoño con ese no borrado), Aparición del lobo (el lobo de la noche ha llegado a mi casa). Como siempre los versos de García Montero son una agradable compañía que con sus metáforas nos abraza en este sábado de junio. A pesar de tratar temas como la tristeza, la melancolía siempre encontramos en sus versos un atisbo de esperanza. 
Y llegaron los versos de Mayakovski, en los cuales aparecen reivindicaciones sociales pero también una infinita sensibilidad y coherencia, leímos Escuchen, Yo conozco el poder de las palabras, Despedida y también la carta que escribió dos días antes de morir: 
"A todos"
     De mi muerte, no se culpe a nadie, y por favor, sin comentarios.
Al difunto le molestaban enormemente.
     Mamá, hermanas, camaradas, perdonadme, -no es un método-
(no se lo aconsejo a nadie), pero no tengo otra salida.
     Lila, ámame.
     Camarada Gobierno: mi familia se compone de Lila Brick, mamá,
mis hermanas y Verónica Vitóldovna Polónskaia¹.
     Si les haces la vida soportable, gracias.
     Envíen los versos sin terminar a los Brick. Ellos sabrán descifrarlos.
     Como se dice,
                             el "incidente" ha terminado,
"la barca del amor,
                                        se estrelló contra la vida cotidiana":
     Estoy a mano con la vida,
                                                     y es inútil recordar,
dolores,
                  desgracias,
                                          y ofensas recíprocas.
                                                    Sigan felices.
                                                            Vladimiro Mayacovski
                                                                      12-4-1930

Y después de compartir versos y besos nos despedimos para reencontrarnos el sábado 23 de junio, antes de la purificación del fuego, con los versos de Piedad Bonnett. 
Ángeles 



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