Cifra
de
Gabriel Ferrater.
Amor, llevabas en el mundo
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, al cerrarse la noche
en que me llamaste desde tu rincón,
voz que se había compadecido
y me recibías, cuerpo bondadoso.
Qué juego perdido, qué rodar
hasta romper un oscuro ramaje,
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, antes de que encontrara
dónde te me habías acurrucado,
amor, para crecer lejos de mí.
Amor, llevabas en el mundo
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, al cerrarse la noche
en que me llamaste desde tu rincón,
voz que se había compadecido
y me recibías, cuerpo bondadoso.
Qué juego perdido, qué rodar
hasta romper un oscuro ramaje,
siete mil setecientos sesenta y cinco
días, antes de que encontrara
dónde te me habías acurrucado,
amor, para crecer lejos de mí.
Muy
buenas y otoñales tardes mis queridos Diversos, llega otro sábado
para sumar a la cifra de los días y nos reunimos en la mesa del
fondo del café de Macondo.
Comenzamos
con poesía japonesa de Los cantos en el pequeño paraíso,
Selecciones de Kanginshu, libro de poesía medieval japonesa que
trajo Carlos Lesta y del cual disfrutamos versos con la belleza
habitual de esta poesía. Leímos Noches de verano: No te
vistas de blanco, brillarás a la luz de la luna y se enterará el
mundo entero. También escuchamos Pasa la primavera: La
flor de la copa del árbol, la cortaré o la dejaré allí para
contemplarla?. Debatimos la diferencia que existe entre los
caracteres de diferentes nacionalidades, comentamos que la belleza
que aparece reflejada en estos versos no se ajusta a la realidad del
carácter japonés. Carlos también nos trajo el libro de aforismos
de Antonio Porchia llamado Voces y
que es un buen libro para acompañar las noches y leer de a poco y
dejar que estos versos invadan el alma, Porchia dice: Me
enseñaron a ganarlo todo, y a no perderlo todo, y menos mal que yo
me enseñé a perderlo todo. Y también Quien se queda
mucho consigo mismo se envilece. Mercedes nos leyó poemas
deAndrés Aberasturi, del cual comentamos su faceta como
periodista radiofónico, leyó Estoy en la cocina: Con este
pequeño descalabro que me habita....., Hoy no sirven los versos: Las
gotas de hielo derretidas bajan por las paredes blanca.... que bien
contaba Cortazar el suicidio de una gota de agua. Son versos
diferentes, fuera de la normalidad. Nos gusta por eso, ¿quién
quiere ser normal?. Y de Gabriel Ferrater, este catalán
que vive entre la meditación y los hechos, leímos y escuchamos: A
media mañana, Cifra, Estancia de otoño, La confidencia. Poemas
que tienen imágenes muy bellas y que a veces crean desasosiego.
Rosalía también
nos trajo sus versos. Pre y post Ferrater. Nos leyó ¿Qué
ropa me voy a poner? Vestirme de alegría, me lo puedo proponer
...... haré versos ilegales, no es lugar para el mudo, y
también Soledad: Está claro que el poeta en la soledad se
encuentra,......... Es muy agradable escuchar los versos de
Rosalía, su creatividad y su realismo.
Y
quedamos convocados para el sábado que viene con los poemas de Ted
Hughes y de todos aquellos que quieran venir.
Que
los días y las cifras se llenen de besos y versos.
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