Recordé
una noche
Recordé una noche
a la sombra de la luna
cuantas gotas
corrían
cuesta abajo
en el torrente.
Obvié las piedras
a esquivar
las ramas
las raíces
y los peces al saltar.
Sólo el canto de los grillos
el grito
de alguna ave rapaz
o el aullido del lobo
llamando a su lado
a su pareja
y a filas
a todos los demás.
Abrí los ojos
sorprendido
a la luz de una luciérnaga
despistada
intentando conquistar
esa noche
y mañana ¡Dios dirá!
Recordé viejas promesas
de un niño
prometiendo
un amor
e inocentemente
mucho más.
Ilusiones y deseos
prometiendo sueños,
que sólo el tiempo
cruelmente
despertará.
Ojalá cuando despierte
sólo una pesadilla
de todo esto
quedará
y comience el día
iluminando
la esperanza
de que en la vida
el que no sueña
nunca vive
nunca espera
nunca escribe ni un poema
y sus ilusiones
lograrán,
lo más seguro,
finalmente
hacerse nunca realidad.
Francisco E. Vila, 2-10- 17 (12:30)
Recordé una noche
a la sombra de la luna
cuantas gotas
corrían
cuesta abajo
en el torrente.
Obvié las piedras
a esquivar
las ramas
las raíces
y los peces al saltar.
Sólo el canto de los grillos
el grito
de alguna ave rapaz
o el aullido del lobo
llamando a su lado
a su pareja
y a filas
a todos los demás.
Abrí los ojos
sorprendido
a la luz de una luciérnaga
despistada
intentando conquistar
esa noche
y mañana ¡Dios dirá!
Recordé viejas promesas
de un niño
prometiendo
un amor
e inocentemente
mucho más.
Ilusiones y deseos
prometiendo sueños,
que sólo el tiempo
cruelmente
despertará.
Ojalá cuando despierte
sólo una pesadilla
de todo esto
quedará
y comience el día
iluminando
la esperanza
de que en la vida
el que no sueña
nunca vive
nunca espera
nunca escribe ni un poema
y sus ilusiones
lograrán,
lo más seguro,
finalmente
hacerse nunca realidad.
Francisco E. Vila, 2-10- 17 (12:30)
Buenas
y soleadas tardes mis queridos Diversos, nos encontramos esta mañana
de sábado los presentes y los ausentes en la mesa del fondo del
café de Macondo, bajo la atenta mirada de García Márquez y
envueltos por los aromas de café, té y por supuesto anís.
Paco no
pudo acompañarnos pero nos envió su poema que contiene la palabra
rosario, distribuida a lo largo de varios párrafos, y nos gustó
porque además de recordarnos un sueño de la naturaleza representa
un poema fuera de su estilo, y la originalidad es un bien escaso,
desde aquí le damos las gracias y compartimos su poema. Escuchamos
también un poema improvisado de Antonio: Rosario, nombre
de mujer, cuentas de desvaríos, presididos por amor,
También
aparecieron poemas de César Vallejo, Verano,
y de García Lorca, Campo, en los que aparece la
palabra rosario. Y discutiendo la nacionalidad del peruano César
Vallejo dedicimos leer sus versos para el próximo sábado
que será 14 de octubre.
Así discurrió la mañana tratando de libertad, cuadros, desesperanzas,
estafas, loterías, y crisis.
Nos
reencontraremos el sábado que viene con besos y versos compartidos.
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