LLUVIA
DE INVIERNO
TRISTEZA
VOLVERÁ
LA PRIMAVERA.
Ángeles
Cupeiro (2015)
Muy
buenos días queridos Diversos.
Empezamos con bienvenidas. Ayer al rincón del fondo del café de Macondo vinieron por primera vez Manu y Marina. Nos encanta que nos visiten nuevas caras y nuevas voces. Siempre es un soplo de aire fresco. Además comentaros que Manu Sandomingo inauguró una exposición de pintura en el Macondo sobre visiones de La Coruña.
Carlos Rico leyó un escrito titulado COMENDADOR ESPECIAL DE PALABRAS Y ACENTOS sobre sus pensamientos, encontrando frases como "un mundo que nos pertenece y nos robaron". Y además nos trajo un libro de Clarisse Nicoïdski con poemas en ladino y su traducción al castellano, nos enamoraron sus palabras y sus poemas. Recordad que el ladino es es otro español que sobrevivió gracias al amor que los judíos expulsados de España demostraron al idioma español.
Empezamos con bienvenidas. Ayer al rincón del fondo del café de Macondo vinieron por primera vez Manu y Marina. Nos encanta que nos visiten nuevas caras y nuevas voces. Siempre es un soplo de aire fresco. Además comentaros que Manu Sandomingo inauguró una exposición de pintura en el Macondo sobre visiones de La Coruña.
Carlos Rico leyó un escrito titulado COMENDADOR ESPECIAL DE PALABRAS Y ACENTOS sobre sus pensamientos, encontrando frases como "un mundo que nos pertenece y nos robaron". Y además nos trajo un libro de Clarisse Nicoïdski con poemas en ladino y su traducción al castellano, nos enamoraron sus palabras y sus poemas. Recordad que el ladino es es otro español que sobrevivió gracias al amor que los judíos expulsados de España demostraron al idioma español.
Leímos poemas del libro EL COLOR DEL
TIEMPO, con versos como: abrió la puerta con sus manos/ cierta noche
devorando la luz y la luna/ me colgaré a tus labios
Avrio la
puarta con sus manus incindió un fuegu di spantu tumo il pan con sus manus cumio una cumida di spantu tumo il agua en sus manus bivio un'agua di spantu i cuandu avrio las manus maldi in ellas una mancha di spantu. XIX mi inculgaré a tus besus com'un cantu si me dexas como palabra de maldición mi inculgaré a tu hora cuandu si quedará di spantu in l callis de mi pasadu onde ti starás caminandu |
Abrió la
puerta con sus manos encendió un fuego de espanto tomó el pan con sus manos comió una comida de espanto tomo el agua en sus manos bebió un agua de espanto y cuando abrió las manos leyó en ellas una mancha de espanto. XIX me colgaré a tus labios como un canto si me dejas como palabra de maldición me colgaré a tu hora cuando se detenga de espanto en las calles de mi pasado donde estarás caminando |
(XIX)/
queda el temor de que...
IV Queda il spantu qui un día rotu di ansia il sol si amati dixandu sólu livantadus comu muartus lus árvulis lus árvulis-cuandu pasan tus suenius dibaxu d'ellus- lus árvulis-brasus aviartus locus di aver perdidu sus fojas- leña: a lus qui no quijerun ver la mancha preta di una siarta nochi comiendu la luz i la vida |
IV
Queda el temor de que un
día roto de ansia
el sol se apague
dejando sólo
levantados como muertos
los árboles
los árboles-cuando
pasan tus sueños debajo de ellos-
los árboles-brazos
abiertos locos de haber perdido
sus hojas-
leña: a los que no
quisieron ver la mancha prieta
de cierta noche
devorando la luz
y la vida
|
.(IV)/
esto es sólo para ti para mi (XIV),
XIV estu es sólu para ti para mi no lis diziremus nada nada a ningunu mus vamus a ditiner bien quietus comu si no si pasava nada intri ti intri mí y quén va ver mi manu tu manu mandarsi un bezu que ni la boca veyi y quén va sintir la loca mudez di muestru amor? |
XIV esto es sólo para ti para mi no les diremos nada nada a nadie nos vamos a detener bien quietos como si no pasara nada entre tú y yo ¿y quién va a ver mi mano tu mano mandarse un beso que ni la boca ve y quién va a oír la loca mudez de nuestro amor? |
Sus
palabras son sencillas y despertaron en nosotros una gran emotividad,
Poemas breves y profundos.
Algunas
anotaciones acerca de la autora y del idioma
Clarisse
Nicoïdski (Clarisse Abinun) nació en Lyon en 1938 y murió en
París en 1996. La crítica la considera unánimemente como la poeta
de lengua sefardí más importante del siglo xx. Su obra marcó
decisivamente a varios poetas hispanoamericanos, en especial a Juan
Gelman, y al español José Ángel Valente. Sus poemas han sido
publicados en diversas antologías de Francia y España. Fue, además,
una importante crítica de arte y una reconocida novelista. Por su
primera novela, Le désespoir tout blanc, recibió el Premio de la
Academia Francesa en 1968, y por su libro autobiográfico sobre los
años de la Ocupación, Couvre-feux, recibió el Premio de las
Lectoras de la revista Elle. Sus libros han sido traducidos al
español, inglés y alemán.
Dice RICARDO MARTÍNEZ
Qué
hermosas las palabras cuando, una vez elegidas, son dichas con
elegancia, con sentimiento intencionado de amor!: “Una mano tomó
la otra/ le dijo no te escondas/ le dijo no te cierres/ le dijo no te
espantes”
El
discurso de amor es probablemente uno de los discursos más difíciles
que pueda darse en la literatura (¿solamente en la literatura?), tal
vez por ello cuando el poeta sabe hacer llegar al lector palabras que
equivalen al sentir que el amado tiene depositado en la amada, el
decir se transforma para convertirse en armonía, en trascendencia
casi religiosa, en connivencia y afinidad hacia todo lo creado: “Una
mano tomó la otra/ puso un anillo al dedo/ puso un beso en la palma/
y un puñado de amor”
El
receptor del amor, entonces –y el propio lector en una sinergia
implícita por la calidad de lo leído y su estar propio en el texto-
se siente no solo honrado, sino elevado de sí hasta adquirir una
percepción del bien y la belleza más allá de cuanto por sí podría
sospechar. Las palabras, así, adquieren un don que transforma la
realidad en sueño sin dejar de ser del todo realidad, y la
literatura florece tal como la amada había deseado comprobar desde
siempre con los ojos y con el corazón: “Las dos manos se tomaron/
levantaron una fuerza/ para tirar paredes/ para abrirse los caminos”
Tal
vez cabría decir, incluso, que el original aquí traducido resulta
más seductor teniendo en cuenta que procede de una lengua de
excluidos, de una lengua minoritaria que ha sido obligada a
ocultarse, más, por ello, hacerse más propia y sincera. Una forma
de salvar su propia identidad.
Lo
que recoge el presente libro de esta poetisa, en título tan acertado
y sereno como es ‘El color del tiempo’ es una serie de cantos de
amor escritos en lengua sefaradí, aún hoy vigente en algunos
núcleos judíos, y que tuvo en España su origen hace ya unos
siglos. Más he aquí que el tiempo no cuenta cuando el decir es tan
delicado que es mensaje de amor; de ese entrañable sentido que tiene
la soledad: “El vestido agujereado de tu alma/ dejó/ caer/ una
lágrima colorada como vino/ lágrima de vino/ de olvido/ estás
solo/ dame tu mano”
Precisa
y clara la traducción de Ernesto Kavi, lo que ayuda a apreciar con
mayor agrado el discurso.
Ernesto
Kavi, el traductor dice:
El
color del tiempo reúne por primera vez la obra poética completa
de Clarisse Nicoïdski, una de las escritoras más delicadas y
secretas de lo que alguna vez fue nuestra lengua. Su obra está
escrita en sefaradí, el antiguo español que hablaban y conservaron
–casi intacto– los judíos al momento de su expulsión de España.
Los poemas de Nicoïdski son una parte de la oscura raíz de donde
nace nuestro idioma, a veces dulce, a veces amarga; son la memoria de
lo que pudo ser, de lo que fue arrojado al exilio o a la hoguera. Una
lengua calcinada donde aún arde un invisible fuego; un paréntesis
en la historia; un temblor del tiempo.
El
sefaradí, a pesar de lo que dicen lingüistas y críticos, no está
muerto. Al igual que la infancia, al igual que el paraíso perdido,
surge cada día, como un remordimiento, como el más hermoso
recuerdo, o como una presencia oculta en la memoria de nuestra
lengua. Estos poemas son la prueba. Estos poemas son algo de lo poco
que nos queda, los restos, el esplendor, de nuestro paso por el
paraíso.
Por
otro lado, Ilya U. Topper, nos aclara en este fragmento algfunos
detalles del texto
Curiosamente,
esta manera de distorsionar las vocales, me evoca los kantares
sefardíes de Estambul: así se pronuncian, aunque no se escriban
así. Al leer los versos de Clarisse, lo que oigo son canciones,
palabras hechas para la música.
Este
libro, de todas formas, es un "kadish",
como apunta la propia autora: una oración que se canta por los
muertos. Se puede hacer extenso al propio idioma. Porque el ladino,
de eso poca duda cabe, está agonizando: ya sólo se habla entre
generaciones muy mayores. Hay quien intenta salvar este testimonio,
un fósil lingüístico vivo, de la extinción; hay quien aboga por
la vía que los sefardíes de Marruecos tomaron ya a principios del
siglo XX, con eminente sentido práctico: reemplazar la lingua por el
castellano moderno, sin perder por eso su identidad. Clarisse
Nicoïdski era una escritora francesa, pero no por eso dejó de ser
sefaradí."
Como
tarea para el sábado 31 de enero propusimos tratar Poesía Erótica,
y en un vuelta de hoja poesía erótica en donde el erotismo esté
escondido.
Que
en estos días de frío invierno los versos y por supuesto los besos
caldeen vuestra vida.