Nuestro
Macondo, día sábado 16 de abril de 2016
Hoy
fue la Reunion de los Migrantes.
Todos
quienes estuvimos hoy traíamos una historia de migración; todos
teníamos alguna historia de otras tierras, de otras costumbres, de
añoranzas.
Bettina,
Serge, Carlos y Rosalía, recien llegada a nuestra mesa del fondo que
compartía con nosotros una historia de migración.
Bettina,
a requerimiento de Carlos, nos hizo una exposicion de la Pedagogía
Steiner o Waldorf, movimiento que nacido en Alemania en los años 20
del S XX, se expandió por el mundo. Su filosofía es antroposófica
y relaciona al hombre con el universo. Decía Rudolf Steiner que “La
Antroposofía es un camino de conocimiento que quiere conducir lo
espiritual en el hombre a lo espiritual en el cosmos.”
También
nos llevó consigo a sus viajes, a las costumbres de las gentes a las
que visitó, de las experiencias que se viven cuando se encuentran
dos culturas. Tan distintas y tan humanas como los ritos de
bienvenida. Esas cosas que vivimos diriamente y que se destacan
cuando se confrontan con otras tradiciones culturales.
El
momento mágico fue cuando Serge nos leyó un poema de André-Eon
Mouëzy que escogiera su abuela en sus años mozos. Poema que tiene
que ver con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) de la que en estos
años se cumple el centenario y de la cual no queda sobreviviente
alguno. Como anécdota, nos comentó que el gobierno francés ha
lanzado una campaña para rescatar y destacar recuerdos de aquellos
tiempos de dolor. Otros dolores, acaso más intensos, habrían de
caer sobre Europa y el mundo pocos años más terde y que Serge copió
en un viejo cuaderno hoy amarilleado por el tiempo.
Carta
a una madre francesa de madre alemana
Señora,
su hijo está herido,
Estoy
al pie de la cama en la que la fiebre lo cubre
No
lo dejo; al menor movimiento
Corro
y entiendo, sin que diga palabra,
qué
espera de mí para aliviar su dolor.
El
cañon sacudió las paredes del hospital,
porque
la batalla está ahí, cerca, terrible! ...
y
sus soldados a menudo nos han elegido como objetivo.
Yo
tenía un único hijo, que estaba luchando allí,
cuando me consagré al cuidado de los heridos..
Esta
tonta esperanza, casi me había engañado,
que
si él fuera herido, yo cuidaría de él.
Y
he aquí que ayer me trajeron al suyo.
Claro que hubiera
preferido socorrer a otro
Tenía
mis dudas al principio, acerca de este alemán,
pero
él me miró y me dijo la palabra "mamá"! ...
La
única a la que quizás conocía y eso me decidió.
Yo
quería salvarlo y no tenía otra idea,
hasta
que supe que mi hijo combatiendo
contra
el suyo ... en fin , en la misma batalla,
fue
levemente herido por una ráfaga de metralla,
y a continuación, recibió un tiro a quemarropa.
Curaba a su hijo cuando llegó esta noticia
y
mi dolor fue tal que no pude llorar.
Pero
el teniente me dijo, sorprendido y seguro:
"Nuestro
herido va mejor, y es a su celo
al
que deberá una salud que no me atrevía a anticipar "
Así, señora, usted volverá a verá a su hijo,
y
yo ,por respetar esa gran palabra: deber,
estaré sola llorando este horrible drama
...en
mi casa vacía, con los recuerdos! ...
Un
día cercano, tal vez, podrá volver
a
apretarse a su corazón después de la horrible guerra.
Y
el mío dormirá en cualquier parte, sin ataúd! ...
Usted
tendrá esa alegría, y yo me haré con ese dolor! ...
Así
no puede ser y es enorme la injusticia.
Que
la misma suerte para los dos deba cumplirse.
Ahora
estoy sola aquí, su niño duerme.
Solo tendría que alterar la dosis de esta inyección
para
que, sin despertar, él entre en la muerte.
No tengo ningún remordimiento y mi mano será segura
Qué
me importa si Dios no me perdona! ...
No
soy más que una mujer y vengaré a mi hijo.
La
alemana leía y lágrimas de rabia,
lentamente corían por su cara de fuego.
Pero
la otra escribió más abajo "pase la página"
Aquí
está el epílogo de su terrible confesión:
Señora,
su hijo se ha salvado! ... Mi conspiración
era que viviera durante un minuto,
esas
horas de tristeza y angustia y de luto
que de ahora en más serán mi destino en la tierra.
Mi
dolor es incurable, solamente un bálsamo me tranquiliza ,
El
bien que puedo hacer y me esforzaré
Señora,
para ser tan buena como pueda serlo.
Reciba
el saludo de una madre francesa.
André-Eon
Mouëzy
|
Lettre
d'une mère française à une mère allemande
Madame,
votre fils est blessé gravement,
Je
reste auprès du lit où la fièvre le couche.
Je
ne le quitte pas ; au moindre mouvement
j'accours
et je comprends, sans qu'il ouvre la bouche,
ce
qu'il attend de moi pour soulager son mal.
Le
canon fait trembler les murs de l'hôpital,
car
la bataille est là, toute proche, terrible ! ...
et
vos soldats, souvent, nous ont choisis pour cible.
J'avais
un fils unique, il se battait là-bas,
lorsqu'au
soin des blessés, je me suis consacrée.
Cet
espoir insensé, m'avait presque leurrée,
que
s'il était frappé, je guérirais mon gars.
Et
voici qu'avant hier on m'apporte le votre.
J'aurais
préféré, certes en secourir un autre
et
j'hésitais, d'abord, près de cet allemand,
mais
il m'a regardé et dit ce mot "maman" ! ...
Le
seul qu'il sut peut-être et qui m'a décidée.
Je
voulais le sauver et n'eus plus d'autre idée,
jusqu'à
ce qu'on m'apprit que mon fils combattant
contre
le votre ... enfin, dans la même bataille,
blessé
légèrement d'un éclat de mitraille,
fut
ensuite achevé, d'un coup à bout portant.
Je
pansais votre enfant, quand vient cette nouvelle
et
mon chagrin fut tel que je n'ai pas pleuré.
Or
le major me dit, surpris et rassuré :
"notre
blessé va mieux, et c'est à votre zèle
qu'il
devra son salut que je n'osais prévoir"
Ainsi,
vous reverriez votre fils, vous madame,et moi, pour respecter ce
grand mot : le devoir,
..en
ma maison déserte, avec le souvenir ! ...
Un
jour prochain, peut-être, il pourrait revenir
vous
presser sur son coeur après l'horrible guerre.
Et
le mien dormirait quelque part, sans cercueil ! ...
Vous
auriez cette joie, et moi j'aurais ce deuil ! ...
Cela
ne se peut pas et c'est trop d'injustice.
Que
le même destin pour nous deux s'accomplisse.
Je
suis maintenant seule ici, votre enfant dort.
Je
n'ai qu'à faire plus forte cette piqure
pour
que, sans l'éveiller, il entre dans la mort.
Que
m'importe si Dieu ne me pardonne pas ! ...
Je
ne suis qu'une femme et je venge mon gars.
L'allemande
lisait et des larmes de rage,
ruisselaient
lentement sur son visage en feu.
Mais
l'autre avait écrit plus loin "tournez la page"
Voici
le post-scriptum de son terrible aveu :
Madame,
votre fils est sauvé ! ... mon complot
était
que vous viviez pendant une minute,
ces
heures de tristesse et d'angoisse et de lutte
qui
désormais seront sur la terre mon lot.
Mon
mal est sans remède, un seul baume l'apaise,
Le
bien que je peux faire et je m'éfforcerai
Madame,
d'être bonne autant que je pourrai.
Recevez
le salut d'une mère française.
André
Mouezy-Eon
|
Mencionaba
al inicio de esta crónica a Rosalía, que según nos dijo, hacía
muchos sábados que se debía el acercarse hasta nuestro rincón de
los sábados. Nos leyó su:
Había
un "Conde" de la indecencia,
Ministros
de "Carteras" Panameñas,
Partidos,
en cuentas negras, te empeñas
banqueros
que no tenían decencia.
!España!
País que todo lo empañas,
como
Grecia, todo incohrerncia,
Trece
de abril, la mierda arrecia,
Ratos,
Puyoles,"Peña" y te despeñas.
Llora
España, que ya es trece de abril,
tus
diputados son, descerebrados,
la
monarquía en "Estado", febril.
Banqueros
y ministros de Bodevil
España
tus entrañas te han desangrado,
Europa
robó tus billetes de Mil
Escrito
un trece de abril, por Rosalía Ajami
Carlos
trajo a Brecht, que, por cierto hablaba de migrantes en un sentido
poema:
Sobre
la denominación de emigrantes
Siempre
me pareció falso el nombre que nos han dado: emigrantes.
Pero emigración significa éxodo. Y nosotros
no hemos salido voluntariamente
eligiendo otro país. Ni inmigramos a otro país
para en él establecernos, mejor si es para siempre.
Nosotros hemos huido. Expulsados somos, desterrados.
Y no es hogar, es exilio el país que nos acoge.
Inquietos estamos, si podemos junto a las fronteras,
esperando al día de la vuelta, a cada recién llegado,
febriles, preguntando, no olvidando nada, a nada renunciando,
no perdonando nada de lo que ocurrió, no perdonando.
¡Ah, no nos engaña la quietud del Sund! Llegan gritos
hasta nuestros refugios. Nosotros mismos
casi somos como rumores de crímenes que pasaron
la frontera. Cada uno
de los que vamos con los zapatos rotos entre la multitud
la ignominia mostramos que hoy mancha a nuestra tierra.
Pero ninguno de nosotros
se quedará aquí. La última palabra
aún no ha sido dicha.
Pero emigración significa éxodo. Y nosotros
no hemos salido voluntariamente
eligiendo otro país. Ni inmigramos a otro país
para en él establecernos, mejor si es para siempre.
Nosotros hemos huido. Expulsados somos, desterrados.
Y no es hogar, es exilio el país que nos acoge.
Inquietos estamos, si podemos junto a las fronteras,
esperando al día de la vuelta, a cada recién llegado,
febriles, preguntando, no olvidando nada, a nada renunciando,
no perdonando nada de lo que ocurrió, no perdonando.
¡Ah, no nos engaña la quietud del Sund! Llegan gritos
hasta nuestros refugios. Nosotros mismos
casi somos como rumores de crímenes que pasaron
la frontera. Cada uno
de los que vamos con los zapatos rotos entre la multitud
la ignominia mostramos que hoy mancha a nuestra tierra.
Pero ninguno de nosotros
se quedará aquí. La última palabra
aún no ha sido dicha.
La
charla se fue animando hacia icebergs y témpanos, hacia esperanzas y
sueños.
Menciono
que Vivi nos envió un poema vía whatsapp que no alcanzamos a leer
pero que es de un finísimo humor
Rafael
Pombo
LA POBRE VIEJECITA
Érase una viejecita
LA POBRE VIEJECITA
Érase una viejecita
Sin
nadita que comer
Sino carnes, frutas, dulces,
Tortas, huevos, pan y pez
Bebía caldo, chocolate,
Leche, vino, té y café,
Y la pobre no encontraba
Qué comer ni qué beber.
Y esta vieja no tenía
Ni un ranchito en que vivir
Fuera de una casa grande
Con su huerta y su jardín
Nadie, nadie la cuidaba
Sino Andrés y Juan y Gil
Y ocho criados y dos pajes
De librea y corbatín
Nunca tuvo en qué sentarse
Sino sillas y sofás
Con banquitos y cojines
Y resorte al espaldar
Ni otra cama que una grande
Más dorada que un altar,
Con colchón de blanda pluma,
Mucha seda y mucho olán.
Y esta pobre viejecita
Cada año, hasta su fin,
Tuvo un año más de vieja
Y uno menos que vivir
Y al mirarse en el espejo
La espantaba siempre allí
Otra vieja de antiparras,
Papalina y peluquín.
Y esta pobre viejecita
No tenía que vestir
Sino trajes de mil cortes
Y de telas mil y mil.
Y a no ser por sus zapatos,
Chanclas, botas y escarpín,
Descalcita por el suelo
Anduviera la infeliz
Apetito nunca tuvo
Acabando de comer,
Ni gozó salud completa
Cuando no se hallaba bien
Se murió del mal de arrugas,
Ya encorvada como un tres,
Y jamás volvió a quejarse
Ni de hambre ni de sed.
Y esta pobre viejecita
Al morir no dejó más
Que onzas, joyas, tierras, casas,
Ocho gatos y un turpial
Duerma en paz, y Dios permita
Que logremos disfrutar
Las pobrezas de esa pobre
Y morir del mismo mal.
Sino carnes, frutas, dulces,
Tortas, huevos, pan y pez
Bebía caldo, chocolate,
Leche, vino, té y café,
Y la pobre no encontraba
Qué comer ni qué beber.
Y esta vieja no tenía
Ni un ranchito en que vivir
Fuera de una casa grande
Con su huerta y su jardín
Nadie, nadie la cuidaba
Sino Andrés y Juan y Gil
Y ocho criados y dos pajes
De librea y corbatín
Nunca tuvo en qué sentarse
Sino sillas y sofás
Con banquitos y cojines
Y resorte al espaldar
Ni otra cama que una grande
Más dorada que un altar,
Con colchón de blanda pluma,
Mucha seda y mucho olán.
Y esta pobre viejecita
Cada año, hasta su fin,
Tuvo un año más de vieja
Y uno menos que vivir
Y al mirarse en el espejo
La espantaba siempre allí
Otra vieja de antiparras,
Papalina y peluquín.
Y esta pobre viejecita
No tenía que vestir
Sino trajes de mil cortes
Y de telas mil y mil.
Y a no ser por sus zapatos,
Chanclas, botas y escarpín,
Descalcita por el suelo
Anduviera la infeliz
Apetito nunca tuvo
Acabando de comer,
Ni gozó salud completa
Cuando no se hallaba bien
Se murió del mal de arrugas,
Ya encorvada como un tres,
Y jamás volvió a quejarse
Ni de hambre ni de sed.
Y esta pobre viejecita
Al morir no dejó más
Que onzas, joyas, tierras, casas,
Ocho gatos y un turpial
Duerma en paz, y Dios permita
Que logremos disfrutar
Las pobrezas de esa pobre
Y morir del mismo mal.
Y
así, con palabras hermosas, versos divertidos y otros más
dolientes, vamos dejando nuestro Macondo hasta el próximo sábado.
Con
versos propios o ajenos, siempre con esa buena onda del encuentro que
alimente nuestro día a día.