sábado, 17 de abril de 2021

Nuestro Macondo, Sábado 14 de Abril de 2021

 

Buenos días mis queridos Diversos. A continuación reenvío la crónica de esta semana que viene de la mano, siempre original, de María Martínez, Nos deja entrar en su salón y nos lleva por una serie de versos sueltos agarrados a la poesía fuertemente.

Disfrutemos de estos momentos de lectura compartida y soñemos con los besos y versos de nuestra mesa del Macondo, allá al fondo......

Ángeles.



Estimados amigos y compañeros de verso,

en esta primera línea flanquearéis la puerta de mi salón para un almuerzo de versos. Lo he proyectado como una virtualidad más de las que la llamada nueva normalidad nos tiene tan acostumbrados: la tele colgada en la pared, tan plana como podría aparecer en una película de ciencia-ficción antaño, y cada vez más grande.

La chaise longe separada, no fuera a ser que estando todos presentes alguno quedase sin asiento.

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Está flanqueada por una mesita rectangular de cristal, con roble en los bordes y las patas. En la pared no pueden faltar los cuatro o cinco cuadros que es una delicia mostrar cuando el pintor los ha hecho en específico para el lugar, engolado por llevarlos sobre sí.

En fin, otro salón más como los que salen fotocopiados en una revista cualquiera mostrando las mismas y sorprendentemente coincidentes necesidades.

Para el cambio fue preciso vaciar el espacio antes de volver a llenarlo. Así hice retirando los poemas de aquí y allá y seleccionando algunos fragmentos. La selección no fue aleatoria, encontrarse en el salón con el lavabo, el fregadero y la cama juntos podría resultar de lo más ilégitimo y rocambolesco. Hay un nexo de unión, llevar algo que guarde algún tipo de relación con la pandemia ,“plandemia” -dicen algunos, aunque no hubiesen sido concebidos pensando en ella. Sólo me pusieron una condición, mantener gracias al entrecomillado una cierta independencia y, como los versos mandan no quedó otra, que hacerles caso.

Para darles paso a ellos va siendo hora de que me retire yo, no sin antes y sin que sirva de precedende mandaros muchos besos y muchos versos junto con salud, envolvíendolos a todos ellos.

Asientas tu orilla en la pleamar de Riazor

a ver si el mar devuelve

lo que jamás robó”


El pulso acelerado

de un breve instante

en el inquieto tiempo”


Cual hilera de hormigas

los observo con cierta perspectiva

como una parte pero no del todo”


La fuente en medio

marcando gota a gota”


Me aterra pensar

que la lectura entre líneas

pueda no contener más que el blanco”


Eran tantas y angostas las escaleras

que preferí erguirme palmo a palmo”


Como en segundos el azul se vuelve negro

todo rastro de vida se va

como si no hubiera venido”


Todas las papeletas se hacen lápidas

en el cementerio de las urnas”

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