Hay quienes pasaron sus vacaciones de
verano en playas hermosísimas, y Galicia tiene de esas, o en
localidades del interior donde las sierras acotan un horizonte que,
de forma extraña, invita a saber que hay más allá, y quienes
tuvieron la fortuna de pisar tierras extrañas.
También hubimos quienes, por mor de
las circunstancias, quedamos en la ciudad en la que vivimos. En todos
los casos, el tiempo de verano, ese verano gallego que -dicen las
malas lenguas que "cayó en jueves el año pasado"- nos
sirvió para hacer un alto en las actividades habituales.
Lecturas, salidas, reencuentros,
descubrimientos, abrazos y despedidas se juntaron en pocas semanas
Pero sabemos que todo se acaba, para
dejar paso a otra etapa y a otros momentos. Se va acabando el verano
y comenzarán de nuevo nuestras reuniones poéticas. Nos
reencontraremos para compartir las maletas de nuestras experiencias.
Las risas, los soles, las sombras, los versos, las lágrimas, las
lunas,,,,,
Con esa carga de energía, nos
reencontramos en nuestro rincón de Macondo y con la mirada de Gabo
que entre sus mariposas amarillas esperaba, supongo, nuestras voces.
Desde el Sur luminoso, Miguel Angel
también quiso estar y nos envió este hermoso poema
SANLUCAR DE BARRAMEDA
Me huele a jazmín, a bogavante, a brea
a paciencia hortelana y campesina
a arcángeles de aceite en la cocina
a muchacha asomada a la azotea
huele a limón, a gallo de pelea
a estero y a guitarra
a luz marinera
a lance pescador
a voz salina que sube cuando sube la marea
a pergamino huele
huele a historia, a nombre que subieron a la gloria
a guitarra y a compás
a sol poniente
a incienso y devoción
huele a rosario, a navazo y trigal
a pan diario
a rosa y mirabrás
huele a su gente.
Domínguez Lobato.
Paco nos comenta que la poesía es como
un lamento y nos deleita con su poema HAY DÍAS (Hay días que las
nubes se juntan con la niebla,....días de voces que se apagan en
lamentos...... se oye el silencio que se acerca al trote).
Terry Miura |
Carlos, a través de su
"Cataca" -que por cierto extrañábamos- nos acerca un
poema de María José Allegue Otero:
Mar,
espejo
del alma,
impetuoso,
poderoso,
Mar,
te
imploro transparente,
impávido
misterio,
sin
salida de la mente,
Solo
tú,
gigante
del mundo,
puedes
detener este deseo
tan
profundo
con
el ideal
de
tu radiante mirar.
Y
así, entre anécdotas, encuentros, distancias y cercanías, fuimos
llegando a la hora en que nos despedinos hasta la próxima reunion.
En
ella, leeremos a Agustín Fernandez Mallo, un poeta coruñés que
escribe desde la contemporaneidad, desde el hoy más técnico.
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