Un
paraguas olvidado
me
recuerda mi olvido.
Historias
de silencios
abiertas
de luz.
Con
cantos de agua.
Una
escultura de
invierno.
Sin
cielo
Guarda
conmigo
otro
espacios
Carlos
Santos (2016)
Muy
buenos días queridos Diversos. Ayer comenzamos la mañana con una
performance que Carlos Santos ideó sobre los paraguas olvidados y
que finalizó con una exposición en el primer piso de nuestro
querido Macondo. Estos llamadores de lluvia olvidados se convirtieron
en metáforas de los olvidos de nuestras vidas. Carlos acompañó
esta performance con versos deValle-Inclán:
Solo buscando
la suprema inmovilidad de las cosas puede leerse en ellas el enigma
bello de la eternidad.
Y
después, además de los paraguas acudieron los versos. Empezamos
con Inés Manzano,
MANUAL
Debe
haber un error
los
cardenales no son pájaros
y
el cinturón
no
sostiene la ropa
sostiene
la mano que castiga
Debe
haber un error.
Y
también leímos Que alguien me libre: Buscar redención en el
silencio.....yo tengo la avaricia del lenguaje.
QUE
ALGUIEN ME LIBRE
Que
alguien me libre
del
gesto disciplinado del bonsai
que
se acurruca
para
no herir el aura
que
rodea su frente
Que
alguien me libre
del
rigor de ser hija de los dioses
sacrificada
por
hacerse a la idea
del
dedo que la asfixia
Que
alguien me libre
de
buscar redención en el silencio
Que
mis manos
desconozcan
el orden
que
me obliga
Que
alguien me libre
de
agachar la cabeza para ser coronada
Yo
tengo la avaricia del lenguaje.
El primer poema
nos impactó por su brevedad y contundencia. Nos demostró el arte de
escribir mucho con pocas palabras.
A
continuación escuchamos Tolerancia de César Pavese,
Lluvia sin ruido sobre el prado del mar,
Tolerancia
Llueve
sin ruido sobre el prado del mar.
Nadie pasa por las sucias calles.
Una mujer sola bajó del tren:
pudieron verse bajo el abrigo las blancas enaguas
y las piernas que se eclipsaron en una puerta oscura.
Nadie pasa por las sucias calles.
Una mujer sola bajó del tren:
pudieron verse bajo el abrigo las blancas enaguas
y las piernas que se eclipsaron en una puerta oscura.
Se
diría que es un pueblo sumergido. El anochecer
gotea, frío, sobre los umbrales y las casas
propagan humo azulado por las sombras. Rojizas,
se encienden las ventanas. Una luz se enciende
tras los postigos entornados de la casa a oscuras.
gotea, frío, sobre los umbrales y las casas
propagan humo azulado por las sombras. Rojizas,
se encienden las ventanas. Una luz se enciende
tras los postigos entornados de la casa a oscuras.
Al
día siguiente hace frío y luce el sol sobre el mar.
Una mujer en enaguas se enjuaga la boca
en la fuente y la espuma es rosada. Sus cabellos
son de un agreste rubio, parejos a las cortezas de naranja
diseminadas por el suelo. Inclinada por la fuente, mira de soslayo
a un pilluelo moreno que la observa, encantado.
En la plaza, mujeres oscuras abren los postigos de par en par
─en la sombra, sus maridos dormitan todavía.
Una mujer en enaguas se enjuaga la boca
en la fuente y la espuma es rosada. Sus cabellos
son de un agreste rubio, parejos a las cortezas de naranja
diseminadas por el suelo. Inclinada por la fuente, mira de soslayo
a un pilluelo moreno que la observa, encantado.
En la plaza, mujeres oscuras abren los postigos de par en par
─en la sombra, sus maridos dormitan todavía.
Cuando
anochece de nuevo, se reanuda la lluvia
crepitante sobre muchos braseros. Las esposas,
aventando los carbones, echan un vistazo a la casa
a oscuras y a la fuente desierta. La casa
tiene los postigos cerrados, pero dentro hay un lecho,
y en el lecho una rubia que se gana la vida.
Cuanto hay en el pueblo reposa por la noche,
todos, salvo la rubia que se lava por la mañana.
crepitante sobre muchos braseros. Las esposas,
aventando los carbones, echan un vistazo a la casa
a oscuras y a la fuente desierta. La casa
tiene los postigos cerrados, pero dentro hay un lecho,
y en el lecho una rubia que se gana la vida.
Cuanto hay en el pueblo reposa por la noche,
todos, salvo la rubia que se lava por la mañana.
Cesare
Pavese
el poema se convirtió en una serie de fotogramas donde la "tolerancia" estaba expresada en todo su esplendor.
Después
Rosalía nos leyó versos propios que representaban otra época
y otras comunicaciones. Versos que describían a su querido Quevedo,
Paco, poeta de corazón y razones: Vida de cortes, herencia de
pleitos, misógino que adoras a la mujer......
También
acudieron los versos provenientes del sur, Carlos nos leyó dos
poemas de Miguel Ángel:
En
un duermevelas de mareas altas
"En un duermevelas de mareas altas,
cuando
las espumas dibujan unicornios en las playas
y
los dedos de los enamorados
viven
pasiones de tacto y piel,
sobre
la luz del alba.
En
ese símbolo mitológico de pureza,
cuerno
indomable y puro,
...el
mar."
Jerez,
9 de abril de 2016.
En un instante
"En un instante,
una
lluvia tropical cae sobre mis letras
para
llevarlas como abono de vida,
por
un laberinto de raíces
de
ese bosque pantanoso,
que
hace la permanente pugna
del
agua dulce y salada."
Jerez,
9 de abril de 2016.
En un duermevelas de mareas altas,
cuando las espumas dibujan unicornios en las playas..... y En un
instante: Mis letras como abono de vida. La distancia geográfica
no impide que los versos acudan los sábados a nuestro rincón del
fondo, es genial. El mar sigue en la retina de los viajeros.
Carlos
Rico nos trajo los versos de Jim Alegrías titulados Los
días de luz cansada:
siempre regresan con sus voces tristes y sus precipicios
para golpearnos las certezas e ir abriéndonos así nuevas grietas.
Aletean en nuestra pecera de nuevo
las sombras de los fracasos, de las dudas, de los miedos,
y todo nuestro cielo está envuelto en un sudario de nubes negras.
Se pierde el apetito, se multiplican los callejones,
se exilia el goce y la risa,
se derriban las seguridades de pájaro que fuimos
mientras nos habitan nuestros fantasmas más antiguos y dolorosos.
Los
días de luz cansada son como un precipitarse
hacia la estática calma de un limbo sombrío,
de un otoño sin hojas ni poesía,
de un vacío que nos contiene enteros y nos apaga por dentro.
En los días de luz cansada no hay brillos,
se coleccionan pequeñas tinieblas, soplos gélidos
y nada ya es bálsamo, ni siquiera un río o el árbol que quisimos
o las personas y palabras que siempre nos reconfortaron.
hacia la estática calma de un limbo sombrío,
de un otoño sin hojas ni poesía,
de un vacío que nos contiene enteros y nos apaga por dentro.
En los días de luz cansada no hay brillos,
se coleccionan pequeñas tinieblas, soplos gélidos
y nada ya es bálsamo, ni siquiera un río o el árbol que quisimos
o las personas y palabras que siempre nos reconfortaron.
Cuando
los días de luz cansada nos llegan
y nos trasplantan encima su peaje de ruinas, de lunas negras,
su sinfonía de desesperanza y de horas largas y solitarias de dolor,
no nos queda sino esperar
a que el sagrado y misterioso discurrir de los días y de las noches
nos enjuague la tristeza, nos desenrede las penas
y nos abrillante de nuevo la mirada
para volver a a amanecer una mañana más serenos, más fuertes,
más sabios,
como una raíz de tronco verde que rebrota mucho más robusta
para disfrutar de nuevo de toda la luz de verano que vierte sobre la tierra
el espejo inabarcable del cielo azul.
y nos trasplantan encima su peaje de ruinas, de lunas negras,
su sinfonía de desesperanza y de horas largas y solitarias de dolor,
no nos queda sino esperar
a que el sagrado y misterioso discurrir de los días y de las noches
nos enjuague la tristeza, nos desenrede las penas
y nos abrillante de nuevo la mirada
para volver a a amanecer una mañana más serenos, más fuertes,
más sabios,
como una raíz de tronco verde que rebrota mucho más robusta
para disfrutar de nuevo de toda la luz de verano que vierte sobre la tierra
el espejo inabarcable del cielo azul.
Venciendo
así la luz cansada
para inaugurar de nuevo el mundo, su alegría y su pureza.
para inaugurar de nuevo el mundo, su alegría y su pureza.
Texto:
Jim A
Otoño sin hojas ni poesía, abrillantan la
mirada,.... inauguran de nuevo el mundo. Los días de luz cansada
abren nuestra imaginación para disfrutar de los días de luz sin
más.
Y
Carmen nos representó, como último ensayo, el poema que
leería por la tarde en una reunión poética. El poema se titula
Cauterización de un maltrato:O café abrasa, quisiera escapar ao
infinito.....aquel medo mudou en outras inquedanzas.... foi toda a
miña media vida. Fue un momento emotivo y mágico, enhorabuena
por su poema y por su puesta en escena.
Y
comentar aquí las exposiciones de nuestros Diversos. Carlos
Santos expone en el Liceo de Ourense, inaugura el viernes 29 de
abril, y Carmen Torreiro expone en A fábrica do Trece,
inaugurando el 6 de mayo. Seguiremos informando.
Y
quedamos para volver a reunirnos con los versos el sábado 30 de
abril, pensamos leer versos de Rafael Pombo y todos aquellos que
quieran acudir.
Que
los días se invadan de besos y versos.