Buenos
días mis queridos Diversos. Toca seguir añorando mañanas de sábado
y aromas compartidos.
Hoy
nos une una voz que nos habla de sentimientos del sur y de fútbol,
de nuestro querido Carlos Lesta.
Siempre
compartiendo entre besos y versos.
Ángeles,
Un
sábado más en el que será este medio el que nos junte en una
esquina del ciberespacio, seguramente también iluminada por la
mirada de Gabo.
Sé
que se alarga este estado de letargo consciente, de subibaja de
cierres y aperturas, de peleas inútiles entre libertarios carentes
de empatía, gentes que se ven obligadas a utilizar medios de
transporte colmados, de represiones de escarmiento y de no
represiones de espanto.
Y
entre todo eso, a quienes el futbol nos mueve el alma, se nos murió
el Diego.
Y
quiero hacer una reflexión acerca de la proyección de la figura de
Diego Maradona.
Una
pléyade de medios expusieron descarnadamente las debilidades de
Diego, su relacion con la cocaina, con la bebida, con el desenfreno,
con sus amistades mafiosas. Ocultaron su lealtad a sus orígenes, su
mordacidad para expresar una posición política que casi siempre
significó estar lejos del poder.
Fue
un gran futbolista, quizás el más grande hasta ahora. Y fue un
hombre del Sur, conciente de esa “australidad tercermundista” y
quizás también por eso, se haya erigido en mito.
De
“Agencia Paco Urondo”:
Siempre
atento a los sentires de su tiempo y su pueblo, Mario
Iaquinandi
dedicó a Maradona un poema donde laten el fútbol, la cultura
popular y la historia argentina. Fue incluido en la antología
“Cantos
del habitante”,
publicado en 1992, tras la muerte de su autor, bajo el sello
LetravivA.
Aquí
lo compartimos:
Maradona
Tu
cáliz de sudor
está
chorreando sobre el tapete verde.
Y
hay un alma de cuero y un corazón rugido
que
hacen temblar la tarde apretujada.
Gritad
y vivid: Este es mi ingenio.
Yo
soy, porque Dios quiso,
dos
piernas supersónicas y un miedo que se vuelve
/gambeta
cada
vez que el hachazo siniestro de otra pierna
busca
tronchar mi sueño.
Vengo…
de donde vengo.
Mi
infancia es una historia donde no cabe el dólar.
Soy…
el producto vivo de un sistema gastado
que
ya casi no sirve para alumbrar feriados
sobre
semanas grises.
Dale
Dieeegooo!… Dale Dieeegooo!...
Y
yo le doy. Seguro. Le doy hasta que puedo.
La
amaso. La converso. Me la llevo dormida.
(Broncaba
tanto el hambre!...
Las
tripas en “orsai”, la tarjeta amarilla del
/invierno...)
Ahora,
todo el año es domingo.
Para
mí, la revancha es un arquero ciego
custodiando
tres palos donde meto mi bronca.
No
necesito gritos. Ni público. Ni bombo.
Dadme
un par de botines y una número cinco…
…
que
tengo que vengarme de ayer. Y de mañana.
Poema
incluido en la antología Cantos
del habitante (foto),
editorial LetravivA, 1992.
Y
para cierre, de Andrés Corral Mouriño, aspirante a poeta, nacido en
la primavera de 1946
Palabras
dulces
En
salones suntuosos,
en
oficinas amplísimas, lujosas, seguramente entre las nubes
hombres
de negocios, muchos de ellos gerentes generales,
presidentes
a sueldo de empresas millonarias
deciden
que deben hacer que sus empresas, que no son suyas,
incorporen
a la sociedad como política de buenas prácticas
Mejorar
las relaciones, atender los reclamos de los ciudadanos
cuidar
el medioambiente, cuidar el planeta
y
más y más hermosas palabras que parecen
palabras
de cordura y acaso de esperanza
Mientras
tanto
los
capataces, los capitanes de pesqueros,
los
gerentes que quieren ascender,
nada
saben de esas palabras
y
nada de esas intenciones.
Siguen
talando selvas, envenenando el agua
pescando
con prisa y sin pausa
llenando
de pesticidas
viviendas,
escuelas y sembrados
Esas
bellas palabras
esas
nobles aspiraciones
chocan
con la realidad de ansias de ganancia
ansias
de poder
y
de locura
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Pesca Industrial (Hidroblog)
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Hasta
el próximo sábado. Y como decía Hugo Guerrero Marthineitz “ si
Dios y los hombres lo permiten”.
CarlosLesta