Elegí
unos poemas de Eliseo Diego (poeta cubano 1920
– 1994).
Y
que va a ser de tus recuerdos
¡y
qué va a ser de tus recuerdos cuando
no
tengan ya dónde encontrar abrigo?
¿El
aroma feliz de aquellas cajas
con
guerreros minúsculos, herméticos,
y
el eco de la voz que en la penumbra
te
farfulla el secreto de las frondas?
¿Y
qué va a ser de tus recuerdos, dime?
De
aquella niña que llegaba siempre
más
pronto que la luz a tus razones
y
del menudo perro que consigo
llevó
a su noche el ser de la ternura.
Tu
juventud es más que mi memoria,
muchacha
eterna de la eterna vía:
ella
perdure cuando el resto acabe.
(De
Inventario de Asombros)
Encuentro
en Leningrado
De
modo, en fin, que éstos son los puentes
y
éstas las plazas por los cuales
iba
y venía desoladamente
Dostoievski.
Pues son iguales
a
como los soñaba, extrañamente.
El
frío también, y el otro frío
del
alma, que la va calando
hasta
el fondo infernal -el mío
también.
Y el veloz bando
de
castas gaviotas sobre el río.
Tantos
años, amigo, tantos años
de
quererte de lejos, y ahora
tampoco
nos veremos. Es extraño.
La
distancia mayor la dan las horas.
El
tiempo al fin es quien hace más daño.
Pero
mirar lo que tuviste enfrente,
aunque
no mucho, algo consuela.
Seguir
el ansia de tus viejos puentes,
cruzar
la eterna niebla que te vela,
nos
acerca, ya ves, oscuramente.
(De
Poemas al margen)
Ascua
a
Ray Bradbury
Todo
se aviene, ves, a un punto de oro:
el
mar color de bronce, el bosque oscuro
y
el unicornio y leviatán fundidos
en
un copo de fuego, una ascua pura
en
medio del abismo.
Como
pueden
los
astronautas regresar un día
desde
lo enorme a la minucia
innumerable
de la hierba
Quién
sabrá
el camino al tiempo del rocío.
(de
Poesías al margen)