sábado, 20 de marzo de 2021

Nuestro Macondo, Sábado 20 de Marzo de 2021

 Buenos días mis queridos Diversos.

Nuestro Quijote nos anuncia la primavera que esta llegando entre versos, sonriamos con este anuncio tan bien relatado y con el optimismo que rezuma. 

Seguimos caminando, gracias Alfonso.

Besos y versos.



SE PRESIENTE EL RETORNO

¡Arriba los corazones…, que se acabó el invierno! Que el frio que persiste en doblegarnos, o el viento con sus ráfagas airadas. o la nieve tiñéndonos de blanco las ventanas…, no nos impidan sentir la primavera. Que hoy es veinte de marzo y, ella, ya ha llegado para quedarse jugando en nuestras venas. ¡Abrámosle la puerta de El café de Macondo! Y al fondo, allí, en el rincón de siempre, sembremos nuevos versos de esperanza sobre el blanco del mármol que espera nuestros libros con nombres de poetas; y el ruido de las tazas humeantes; y el calor de los cuerpos que conversan; y las voces sentidas, moduladas, recitando poemas para un silencio hambriento.

Ya se adivina la luz que anuncia la llegada del final en el oscuro corredor de esta pandemia que ha truncado las horas deliciosas de El Macondo. Se perdieron los sábados sin versos, como si fueran trenes cargados de poemas que se escapan y no vuelven. Y pasaron los meses… Y hace, ya, más de un año que no velan sus armas los poemas en la mesa del fondo, del rincón del Macondo de cuyo encanto si quiero acordarme.

Ahora todo es extraño, al menos para mí. Me ha robado, la vida, los abrazos y llevo la sonrisa escondida debajo de una tela. He cumplido los años, este año, con velas sin amigos, soplándole a un deseo en soledad. Y tengo que sentirme afortunado, sin embargo, pues sigo vivo; que a muchos se ha llevado, impunemente, este tiempo de luto.

Todo cambió deprisa. Te acostumbras… En vez de un apretón de manos, te das un tropezón de codos. En vez de reunirte, te conviertes en parte de un enjambre parlanchín que se saluda desde la celdilla de un panal pantalla. En vez de ir a las tiendas, te subes a un catálogo de Zara o de Amazon. No sales de viaje. No vas a comer fuera. No sabes si el gimnasio se ha muerto para ti. Y, entre tanto sin vivir, compruebas que has cambiado tú también, que no piensas igual de muchas cosas y te llenas de dudas y preguntas.

Está claro que hay un antes y un después de aquel último sábado en El café de Macondo. Pero también está claro que nadie nos quitará ¡jamás!, la poesía, y siempre habrá un rincón del fondo en nuestros corazones para seguir compartiendo la pasión que nos une.

Así pues, Diversos, dispersos por las ágoras de vuestras reflexiones, no cejéis en el empeño de cuidar aquellas ilusiones que cuidabais; y llenad las maletas de poemas, que pronto emprenderemos el viaje subiéndonos al tren que pasará a las once, cada sábado, igual que antes pasaba, con destino al rincón entrañable y deseado de El café de Macondo.


¡Arriba corazones Diversos…, que se acabó el invierno! Que hoy es veinte de marzo y, a las once, ya campa por sus fueros la nueva primavera.

Siempre nos quedará nuestro rincón para leer un poema.

¡Estad atentos! Porque ya se presiente el:



RETORNO


Volveré a la locura primitiva.

¡Por Dios que volveré!

Huiré hasta la inflexión en donde el tiempo

recapacita y gira,

y allí cabalgare sobre mis huellas.

No he de parar -- ¡lo juro! --

hasta lograr perderme

en el bosque de luces infinitas;

aquel…, donde el espacio tiempo curvo

devoraba mis sueños inconscientes.


Bajaré, con mis manos, nubes blandas

para hacerle vestidos a mis juegos,

y yo mismo seré cuerpo en deriva

flotando en los azules; maleable,

disfrazado con blancos esponjosos,

dejándome llevar a donde quiera

el viento racheado.


Quijote.




Alfonso Modroño Márquez

A Coruña, 20 de marzo de 2021




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