Soneto
XI de Pablo Neruda
Tengo
hambre de tu boca, de tu voz, de tu pelo
y por
las calles voy sin nutrirme, callado,
no me
sostiene el pan, el alba me desquicia,
busco
el sonido líquido de tus pies en el día.
Estoy
hambriento de tu risa resbalada,
de tus
manos color de furioso granero,
tengo
hambre de la pálida piedra de tus uñas,
quiero
comer tu piel como una intacta almendra.
Quiero
comer el rayo quemado en tu hermosura,
la
nariz soberana del arrogante rostro,
quiero
comer la sombra fugaz de tus pestañas
y
hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo
buscándote,
buscando tu corazón caliente
como
un puma en la soledad de Quitratúe.
Muy
buenas noches mis queridos Diversos, el tiempo, pasando siempre, nos
acerca a otra navidad y a otro fin de año. Celebremos, sonriamos,
escribamos y disfrutemos cada día.
Pero
antes de que llegasen las navidades y entre número y número que
salía de un enorme bombo, nos dirigimos a ese entrañable rincón
del fondo del café de Macondo, que ya es un poco nuestro, y con
nosotros vinieron los versos, las reflexiones, los calores......
Empezamos
con Neruda, seguimos con El durmiente del
valle de RImbaud, poema impresionista que
dice: Un rincón de verdor donde un arroyo canta....,
Seguimos con poemas de desamor de Idea Vilariño que
dice en Ya no: No te veré morir, como un final de un
poemas que reflexiona sobre la ruptura con su amor. Nos llegaron
también unos versos de Gabriel Ferrater que
dicen; Los gusano cuando la última cena con mi cuerpo sabrán
a ti......, en un claro ejemplo de la búsqueda de la
belleza a través de la poesía.
Y
también tuvimos poemas propios en la voz de Rosalía,
que nos leyó Villancico a las cinco, nos contó su
proceso de creación, escribir sin modificar, para no perder la
frescura, los poemas de ayer, son de ayer, hoy escribirá nuevos
poemas, y en esta reflexión sobre la navidad nos habla de las
diferencias sociales, de la alegría impostada, nos hace pensar y
disfrutamos con la lectura de los versos de la libreta negra.
También Paco nos cuenta que Dormir es morir
un poco: la sensibilidad del infinito. Discutimos si dormir es
morir o por el contrario es vivir, vinieron los sueños como
realidades paralelas y necesarias y reconocimos que nos gusta más la
vida que los sueños. Y reconocimos la elegancia de los finales de
Paco, ayyyyy el calor......
Y
nos despedimos con el poema de Gil
de Biedma Amistad
a lo largo ( Pasan lentos los días, y muchas veces estuvimos solos,
Pero luego hay momentos felices, para dejarse ser en amistad), que
ya viene siendo tradición en los cierres de ciclo, y quedamos
emplazados para volver a reunirnos el 12
de enero de 2019 con los versos de Ida Vitale, y
por supuesto todos aquellos poemas que quieran acudir.
Que
los días de fiesta estén invadidos de magia, besos, versos y amor.
Ángeles.
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