“Tus largos dedos”
Cuándo
me peinarán tus largos dedos…
decía en la penumbra
la lengua del deseo
en el justo momento
en que los dioses aparecieron
derramando su gracia.
decía en la penumbra
la lengua del deseo
en el justo momento
en que los dioses aparecieron
derramando su gracia.
Así
nos regaló el destino
un minuto de eternidad.
un minuto de eternidad.
Lástima
tantas horas amontonadas
una cayendo sobre la otra,
que pasaron y pasarán
sin conmovernos
ante la indiferencia del cielo:
lluvia fina
resbalando en la tela del paraguas.
una cayendo sobre la otra,
que pasaron y pasarán
sin conmovernos
ante la indiferencia del cielo:
lluvia fina
resbalando en la tela del paraguas.
Ángeles
Mora
Muy
buenas noches queridos Diversos, este sábado en nuestro rincón del
fondo, bajo la atenta mirada de García Márquez y de las mariposas
amarillas, dimos la bienvenida a Mónica, que vino acompañada de una
voz joven a la que le gusta el corazón contento. Nos gusta que
nuestro grupo esté en movimiento y que los versos tiren de cuerpos y
mentes hasta nuestra mesa compartida.
De
nuevo los versos de Correa Corredoira se hicieron de rogar y
quedaron pospuestos para otro momento, el sábado que viene puede ser
un buen momento.
Yolanda
nos trajo su libro Terror Fiero, en el cual hay prosa
poética y poemas cortos. Y leímos varios, incluso Cataratas de
miel vivió habitando en la voz de cada uno de nosotros, es
agradable escuchar los mismos versos con diferentes voces, que
diferentes parecen: sus pies alados de alquitrán, también
leímosEspejos en la luna: sentí que mis brazos se ahogaban......
encontré paraísos celestiales. Y de sus poemas cortos leímos
Gotas de acero: No me pudriré en la cárcel rota de tu
indiferencia abriré ventanas en el cerrojo de tu alma. Nos dijo
como la escritura casi automática inicial la retoca varias veces
antes de dar por finalizado el poema. Rosalía Ajamil nos
comenta que con un rayo de sol llegó la primavera y escribió En
el canil en donde
despiertan las camelias y Galicia sueña....hasta
que las hortensias se vistan de fiesta. Nos comenta su facilidad
creadora con rima, y la dificultad de hacerlo sin ella. Y en
contraposición a esta primavera esperada también nos leyó Árbol
de invierno: un árbol llora mudo el hombre depravado le robó a su
hijo. Escuchamos sus versos vehementes y la fuerza con la que los
trasmite.
Y
escuchamos varios poemas de Ángeles Mora, de su
libroFicciones para una biografía. Poemas lúcidos con
imágenes muy plásticas que movieron recuerdos en muchos de
nosotros.
Que
la semana venga cargada de momentos mágicos que hagan que las musas
nos visiten y creemos y creamos.
Besos
y versos.
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